-Recuerda, lo que paso en la peluquería es nuestro pequeño secreto- le dije como por décima vez a Seung quien sonreía divertido ante el recuerdo.
Si le dice lo que paso en la peluquería estoy muerto.
-Appa no le diré nada a omma- dijo mientras levantaba su pequeño meñique ofreciéndomelo –Lo prometo- no pude evitar reírme como un imbécil mientras enganchaba mi enorme dedo con el suyo para sellar la promesa.
Llegamos a la casa y no había nadie. La casa estaba vacía y silenciosa.
-¿Y omma?- pregunto el menor mientras corría a prender el pequeño parlante en el que solemos conectar los teléfonos para tener algo de música.
-Está trabajando- solté mientras me quitaba el enorme abrigo que estaba cargando y me gire a verlo a él quien ya había lanzado su pequeño abrigo al suelo, no pude evitar soltar una risita mientras me dirigía a tomarlo del piso para colgarlo junto con el mío -¿Qué te parece si le preparamos la cena a omma?- me gire a ver al pelinegro quien sonreía abiertamente.
-Siiii!- chillo mientras corría en dirección a la cocina.
Una hora más tarde teníamos la cena lista, habíamos preparado con muchas dificultades una enorme lasaña la cual aún estaba en el horno.
A lo lejos logre escuchar como sonaba la puerta abriéndose y Seung salió disparado hacia la puerta por lo que corrí detrás de él, ya que su desaparición en la tarde me había dejado con la histeria a flor de piel.
-Omma!!- chillo el menor mientras se lanzaba a los brazos de una visiblemente cansada ______.
-Hola pequeño- ella beso su mejilla y el menor sonrió abiertamente –Pero que… ¿Rudo?- soltó con burla mientras me observaba de pies a cabeza.
Diablos! Aun llevaba puesto el ridículo delantal de corazones rosas.
Jamás debí dejar que Tao comprase esto.
-Is my style- le respondí mientras ella cerraba la puerta y se quitaba los zapatos.
-Uyyy no sabía que “ese” era tu estilo- respondió entre risas y yo me sentí avergonzado ante el claro golpe bajo que me había dado.
______: 1 Kris: 0
-Deja de molestarme o no te doy lasaña- solté mientras ella sonreía de oreja a oreja.
Así que de verdad es su plato favorito ¿eh?
Gracias internet.
Después de comer ______ se sentó a jugar con un pequeño auto a control remoto mientras que Seung perseguía el pequeño auto en todas direcciones, ambos se veían realmente divertidos por lo que no me atrevía a decir palabra alguna hasta que ella bostezo.
-Relevo- chillo de manera queda mientras me lanzaba el control remoto del juguete.
Ella se dirigió a sentarse a mi lado en el enorme sofá y no pude evitar querer conversar con ella.
-¿Qué tal tu día?- ella soltó un suspiro cansado y luego sonrió abiertamente mientras sacaba su computador de la mochila.
-Cansado, pero bien dentro de todo- abrió el computador y se giró a verme mientras este encendía –Me gustó mucho llevar a Seung a la universidad ¿Qué tal el tuyo?- pregunto bastante curiosa tal y como lo era siempre.
Amaba verla con sus ojos brillantes ante la espera de una respuesta, era de cierta forma tiernamente infantil pero sin dejar de tener ese encanto de mujer.
