07 ┋La fuga.

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...

Gritos, reclamos, risas y maldiciones nos dan los buenos días cuando ya estamos en el umbral de la puerta de la cocina.

Hogar, dulce hogar.

Son las seis de la mañana, pero por el ambiente parece ser las tres de la tarde. No entiendo de dónde sacan tantas energías estando tan temprano.

—Buenos días— saludamos al unísono, Jetzel con más entusiasmo que yo.

Hasta que no tome el dulce néctar de la vida no estaré cien por ciento despierta.

—¿Y no me piensan besar la mano coño?— pregunta la abue frunciendo el ceño.

Imito su acción debido a que no entiendo. ¿Habla de besar su mano?

—¿Besarle la mano? Gracias, pero paso— digo apuntando a sus manos las cuales están muy entretenidas entre el largo pelaje de un canino que descansa en sus piernas.

Todos ríen y mi ceño no puedo fruncirlo más, por lo que me cruzo de brazos.

—Se refiere a pedir la bendición— explica Jet acercándose hacia los abuelos.

—¿Besando sus manos?— vuelvo a cuestionar.

—No mi niña— Niega el abuelo y me pide con las manos que me acerque a el, lo hago—. Tienes que decirme Ción' papá o Ción abuelo y yo te respondo "Dios te bendiga", y así con todos tus parientes mayores, eso debió enseñartelo tu madre, no entiendo porqué no lo hizo—niega nuevamente con la cabeza.

Oh... Otra palabra nueva a mi diccionario. ¡Ah! Se me olvidó en la habitación.

—¿Ción abuelo?— digo, o más bien pregunto.

—Dios te bendiga mi niña— responde y luego procedo a hacer lo mismo con la abue. La verdad no entiendo el porqué, pero ni modo, me encojo de hombros mentalmente.

—Ustedes creen que son rica levantándose a estas horas— se escucha la voz de tío Pepe el cual se calla al notar la mirada acusatoria que le doy.

—Recién son las seis de la mañana, no es mi culpa que ustedes madruguen— murmuro lo suficientemente alto para que escuchen y tomo asiento en el único lugar libre de la mesa, el otro a mi lado lo tomó mi repetida.

Risas se escuchan en respuesta.

—A lo mejor están acostumbradas a levantarse a las doce del mediodía y que una chica de servicio les haga todo, ¿No primita?

Antes de responderle a la que parece ser mi prima, tía le apropina un buen golpe en la parte trasera de la cabeza.

—Cállate la boca antes de que te de otro cocotazo y atiende a lo tuyo— la regaña.

Sabor Dominicano ©Where stories live. Discover now