35.Mentira

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Con un corazón roto y una mente confundida siguió su camino a ningún lado.

Él miró por la ventana poniendo ambas manos sobre su cabeza sintiendo cómo el dolor de ella le invadía por el cuerpo.

-No... No puedo. Pero ya es tarde para hacer marcha atrás.-dijo tomando al gato entre sus brazos- tendré que dejarte más comida mientras no estoy,
bestia rara.-finalizo pero él era tan frío que ni el gato decidió estar mucho tiempo en sus brazos.

Acomodó su capa café sobre sus hombros mirando su reflejo en la ventana.

Nunca creí verla así... Que chica tan terrible.

De repente recordar la mirada y dolor de ella llegó hasta su corazón haciendo difícil evitar aquel dolor. Puso su mano con fuerza sobre su pecho inclinándose levemente, comenzaba a darse cuenta que nada de lo que tenía planeado para evitar enamorarse también de ella estaba siendo en vano .

Es humano un tan débil... y creo que yo también.

Bajó las escaleras del edificio con los ánimos por los suelos.

Estaba enamorado de mi desde hace tanto tiempo.

las lagrimas rodaron por sus ojos aunque ni si quiera sentía dolor, solo una rotunda y insignificante decepción. Algo estaba mal dentro de ella.
Tenía un mal presentimiento, algo no andaba bien, ya no tenía interés en Charlie y tampoco en saber acerca de los libros que había encontrado en la cabaña de su abuela, lo único que le importaba era hora encontrar a Hannah; por lo tanto al salir del edificio Louis apareció detrás de unos árboles que decoraban el edificio; se acercó a ella y solamente se quedó parado encajando su mirada con la suya

-¿Que haces a estas horas, niña Rodolfo?

-Eso no te importa.

-¿Estás... llorando?

-¿Ah?- se giró a verle confundida por unos segundos, para luego apartar rápidamente la mirada-¿Y eso a ti que te importa?

-Pues mas de lo que piensas.

-No necesito que me tengas lastima. ¿Que necesitas? es mas, ¿Que haces a esta hora aquí?, de por sí es raro que vivas en el mismo edificio que él...

-¿Hablas del bastardo?, no me lo he topado en mucho tiempo y aunque  lo hiciera seguro lo golpearía.

-Un simio sin cerebro como tú es evidente que encuentra la violencia divertida.

-Es lo que tenemos en común tu y yo, niña Rodolfo.

-Eso quisieras, imbécil.

-No importa cuanto tiempo pase, seguirás siendo la misma niña insoportable de siempre.

-Lo mismo pienso-respondió limpiando sus mejillas con las mangas de su suéter -  solo eres uno más Louis, un simple estúpido que piensa que puede tener el mundo a sus pies cuando quiera.

-Eso ya no me hace igual a ti. Al menos tengo expectativas altas sabes, a diferencia de ti no puedes salir del pasado y menos ver hacia el futuro.  Sigues siendo una niña insegura e ingenua que seguro terminará muerta ¿Acaso piensas que te pediré perdón por lo que te hice siendo niños? ¿Piensas que con eso ya se remediará el daño hecho?, pues no. Entiendo que seas así conmigo, de hecho no te pido que seas amable cuando no lo merezco. 

Ante aquellas palabras guardo silencio, asintió levemente sabiendo que tenía razón, aunque analizando parte de lo que dijo decidió cuestionar solo una cosa más.

-¿Porque he de terminar necesariamente muerta?

-Todos los mundos son crueles, a cualquiera le puede pasar de todo tipo de cosas - sacó un cigarrillo del bolsillo de su chamarra prendiéndo con un encendedor, los guardó y nuevamente la miró con curiosidad.

Duelo de Dioses [SIN TERMINAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora