14. Roto

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—¿Esas muchachas iban en tu escuela verdad?_ preguntó mi madre sin quitar la mirada del televisor.
Le di un bocado a mi desayuno un poco disgustada de la situación.

—Si... Solo que no pensé que pasaría algo así y en plena noche. Me refiero a que exactamente las tres hayan tenido un paro cardíaco.

—Quizás alguien las asustó.

-¿Que podría ser tan grande como para asustar a tres chicas en una sola noche? No lo entiendo.

—Esas preguntas déjalas para los policías. Por cierto, hablando de ello escuche decir que cerca de aquí hubieron muchos muchachos rayando las paredes ¿Sabes algo?_ pregunto y en ese momento de inmediato recordé lo de la huir de ellos con Harry.

—Mmmh. Si, aunque se escaparon, nada interesante_ mentí nuevamente y Isaac volcó a verme con una ceja arqueada. Decidí ignorarlo y él de igual modo. Miré la fotografía de papá en el florero y una poca de nostalgia llegó a mi.

— Mamá.... _ dije sin pensar_Papa...¿Nos quería?

—No_ respondió en seco leyendo un articulo del periódico de hoy. Se nos hizo un nudo en la garganta y de inmediato respondió

—No nos quería, nos amaba. Y no importa cuantos siglos pasen o lo que digan la gente, nos amaba como a nadie.

—Si tanto nos amaba debió luchar para mantener esta familia_ dijo Isaac con amargo sin voltear a ver a nadie

—Las cosas suceden por algo. Todos sufrimos por su ida pero debemos seguir adelante.

—¿Para sufrir por alguien que nunca estaba en casa?_ respondió y mamá se estaba enojando

—No tienes derecho a hablar así de tu padre, Isaac. Él lo hacía por mantenernos a salvo y sin que nos faltara nada. Algún día serás padre y lo entenderás. Así que cállate y no rezongues.

—¿Salvarnos de quién?_ pregunté penetrando mi mirada en la de mi madre. No respondió y seguimos comiendo, había algo que no encajaba en todo esto.

—¿No piensas decirnos,madre?_ respondió Isaac y mi madre volcó a verle feo.

—En todo lugar existente hay peligros. Es todo.

— ¿Como cuáles?
Mi madre quedó callada ante la cuestión de Isaac, se levantó de la mesa y se retiró nuevamente a su cuarto, no sabía qué tantas cosas hacía ahí o porqué razón casi no salía; sé que ella le encanta leer pero nunca he leído ninguno de sus libros y mucho menos me me deja leerlos, últimamente ha estado todo muy extraño desde lo que paso con el tipo fantasma que apareció en mi puerta.
Isaac se levantó de la mesa dejándome sola, así que proseguí tomar mis cosas para irme al colegio.
Al salir de casa Charlie nuevamente me esperaba, parecía estar un poco empapado pero siempre me observaba con aquellos ojos azules como el cielo y sonrisa resplandeciente al verme

-Roxana_ dijo estrechando su brazo

—Hola, Charlie_ respondí mirándole a los ojos_ creí que ya te habías ido.

—No me iría solo_ golpeo mi frente con dulzura.

Sin importar cuánto lloviese seguimos caminando lo más que podíamos al colegio. Me decía que siempre era bueno caminar que por esa razón le era agradable caminar hasta la calle principal donde vivo y esperarme a que yo llegue, como antes solía ser.

Antes de tomar el autobús nos quedamos callados unos instantes cuando escuchamos y vimos al mismo tiempo a un trío de chicas coqueteando con él por lo cuán guapo es

—Genial, ya eres popular_ le dije en broma pero él se sobresaltó.

—Por supuesto que no_ mintió un poco sonrojado

Duelo de Dioses [SIN TERMINAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora