5. Sabrás

72 8 0
                                    

Etiquetas, símbolos, dibujos inexplicables y serie de pasos pintados sobre las hojas.

Cada cosa en él para ese entonces fue imprecisa para una mente tan cerrada, solo era un niño tentado como el gato que lo llevo a la muerte.

¿Mencioné que no puedes matar lo que ya está muerto?

Comencé a distanciarme de mis hermanos pero no lo suficientemente como para que mis padres sospecharan, quería aparentar ser un buen niño para ellos, aunque pensándolo bien eso trajo más sospechas por parte de mi madre. Me miraba fijamente desde la ventana de su habitación.

"Será nuestro secreto"

Susurró el libro aunque no literalmente hablaba, solo era una voz en mi cabeza.

Lo escondí en una tabla saliente del patio de la casa, solo salía a buscarlo en unas cuantas ocasiones. Cabe mencionar que mi madre en el momento que me abrazó dejo una marca en mi espalda casi por mi hombro. Un espiral con espinas atravesado por una línea quedó marcada en mi cuerpo que más que como un tatuaje quedo como una quemadura.

Tardé semanas en recuperarme físicamente y "mentalmente", sin embargo, el único que no parecía percatarse de ello era mi padre. Por algún motivo no me miraba raro como mi madre, quizás porque le "prometí" ser un mejor niño, misma razón por la que se le hacía más sospechoso.

-Isaac-llamó desde la ventana, no sabía con exactitud si estaba enojada o no, sólo se escuchaba seria, por lo tanto decidí apurarme en cuanto antes.

-¿Se puede saber que estás tramando?

-¿De qué hablas?

-No te hagas el listo.

- No se de que estás hablando.

-No eres así y lo sabes

-¿Ser bueno te hace pensar que tramo algo?-ante mi cuestión se quedó callada unos instantes para luego fulminarme con la mirada.

- No sé si deba creerte.

- Es tú problema. Papá dijo que me portara bien y ahora que lo hago te parece mal ¿Para tí que está bien, madre?

- Que no mientas

-¡ No estoy mintiendo!

- Esta bien, pero solo recuerda que te estaré vigilando.

-Me tratas como un criminal.

- No es así y lo sabes. Solo te digo que seas cuidadoso.

Y en efecto fui cuidadoso cada vez más, el libro lo oculte hasta el fondo del bosque en un árbol que lo cubría perfectamente de cualquier cosa y que solamente yo sabía dónde se encontraba, era una especie de mini cueva de madera puestas por el mismo tronco perfecto para esconder lo de mi madre.

Desde aquella conversación con mi madre pasaron tres días y Entonces fui por el libro el bosque sentado en una de las ramas ya lo más alto del árbol el libro nuevamente me habló en susurros dentro de mí cabeza.

"No debes confiar en nadie, Tú eres yo y yo soy tú, por lo tanto todos están en tu contra, realmente todos están mal y tú siempre estarás bien, así que tienes que cumplir tu misión como Dios"

Duelo de Dioses [SIN TERMINAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora