Duelo de Dioses [SIN TERMINAR]

7. Recuerdos al olvido

Al día siguiente por la mañana Roxana y Hannah amanecieron sin uno solo de los recuerdos del día de ayer. La abuela Beti se encargó de quitarle la ropa cubierta de sangre de Roxana para reemplazarle con una pijama de su hija cuando tenia su edad.
La luz del sol entró por la ventana despertando a Roxana. Al mirar con cansancio frotó de sus ojos para observar en su entorno desconocido. No sabia como había llegado ahí pero lo importante es que estaba bien por el momento. Al mirar frente a la cama miró a un chico un poco mayor que ella escondido detrás de la puerta. Ella se le quedó mirando con curiosidad ante sus ojos azules como el cielo y su tez blanca. Era sorprendente quien estaba ahí, antes ya lo había conocido

—Ya... Esta listo el desayuno_ dijo tímidamente sin dejar de observarle

—¿Tu eres...?

—Charlie ¿Que acaso no me recuerdas?_dijo un poco desanimado nervioso de su voz_ Te trajimos aquí para que estuvieras a salvo. Ha pasado tiempo, Roxana.

—¿Que haces aquí? ¿Y mis padres? ¿Donde estoy?_ preguntó al mirar a los al rededores

—Tu mamá esta en casa. Ayer que fuiste con tu padre de compras te perdiste cerca de aquí. Hoy te llevaremos a casa, con tu mamá.

—¿Yo... Me perdí?_ Preguntó confundida mientras sentía un leve cansancio en los ojos_¿Porque no recuerdo nada?

—Tu padre tuvo un accidente en su auto cuando iban de camino a casa...

—¡¿Que!? ¡¿Cómo que un accidente!? ¡¿Donde esta él!?

—Lo siento... No te acuerdas de nada porque estuviste inconsciente, tu papá se fue al cielo_ dijo en voz baja mientras Hannah se despertó de golpe de igual forma confundida por todo, ni si quiera recordaba como conoció a la niña a su lado.

Roxana comenzó a llorar y lo único que pudo hacer Charlie fue abrazarla con ternura.

—Sé que no debí decírtelo... Pero de algún modo te enterarías... Lo siento._ consoló mientras ella lloraba en su pecho.

—¿Quienes son ustedes?_ pregunto Hannah confundida por todo._¿Que hago aquí? ¿Donde está... mi familia?

—Ellos no volverán por ti. Te escapaste y cuando llegaste al bosque tras correr te golpeaste con una roca cuando un oso te seguía. Te trajimos aquí camino a casa cuando salvamos a Roxana. Abuela Beti se encargó de alejarlo de nosotros.

Vaya que Charlie era un buen mentiroso con un premio Oscar merecido.

—¿Sal...vamos?_ pregunto confundida frunciendo el seño. Charlie repitió que el desayuno estaba listo para que se fueran al comedor. Se retiró dejando a ambas a solas. Hannah al ver a Roxana llorando en silencio viendo a la nada sin siquiera parpadear decidió acercarse para consolarle

—Soy Hannah_ dijo pero ella no respondió a cambio.

Al llegar al comedor su abuela se le quedo viendo con preocupación y seriedad.

—¿Que?_ preguntó el niño confundido de su actitud

—¿Porque le dijiste de su padre tan de prisa? ¿No pudiste haberle dicho al menos un poco mas sensible?

—Le iba a doler de cualquier modo. Tiene que aprender a ser fuerte a pesar de todo_ dijo entre dientes y la anciana suspiro

—¿Estas triste por lo de tus padres cierto? Por eso le dijiste todo eso.

—Estoy mas triste por mi tumor en la cabeza. Sabes que no me queda mucho tiempo para que muera.

—Te he dicho que no lo veas de esa forma y mejor disfrutes de lo que sigue de tu vida. Tal vez esas dos niñas puedan ser tus amigas después de todo.

—Contigo me basta. No puedo dejarte y menos con lo último de poder que te queda. Si lo usas nuevamente...

—Ya, ya. Algún día todos morimos y eso lo debes de tomar en cuenta siempre. Ayer dijiste que Roxana era tu amiga, veo que me mentiste.

Ante su cometido solo le quedo quedarse callado.

Después de unos largos segundos de silencio la anciana habló

—Habló tu tía; dijo que quería que vivieras con ella para que comiences a estudiar.

—No iré hasta saber que tu estas bien_ contesto el muchacho de mala gana comiendo a lado de su abuela_ si soy adulto y sigues viva te recompensare todo lo que has hecho por mi. Te lo prometo

La mujer llena de ternura le beso la frente y poco después fue con las niñas a la habitación.
Pasaron las horas y tras animar a Roxana acerca de lo de su padre finalmente se tranquilizó y llegó la hora de irse a casa. Llamó por teléfono a la tía Abril, hija de la abuela Beti.

Fueron los tres niños junto con la tía Abril en su auto hacia la ciudad llevándoles a la casa de Roxana de acuerdo a lo que describió de su ubicación y lo poco que sabía de su nueva casa. Al llegar por la calle solitaria camino a su casa pudo ver a su madre a lo lejos en medio de esta dando vueltas gritándoles a la policía por el teléfono escogiendo por la búsqueda de su familia, el pequeño corazón de Roxana se volvió tan frío desde ese entonces como aquel clima. Hannah iba tomada de la mano de Roxana sintiendo su corazón roto por lo ocurrido. En cuanto la tía Abril dejo a las niñas de inmediato se fue a casa con Charlie. Su madre al volcar a ver a ambas niñas a lo lejos soltó el teléfono para abrazar a Roxana y a Hannah.  Al ver la cara tan rota de su hija ya sabía que había ocurrido. Días después se anunció la muerte de su padre en las noticias, su madre por ende no dejo que sus hijos mirasen por ningún motivo el televisor ni supieran nada de lo que había detrás de esa familia hasta que tuvieran edad para comprender lo que estaba pasando.

Pero lo evitable es lo inevitable,  de una u otra forma a todos les llego la noticia de su difunto padre sin razón de su fallecimiento para destrozar el corazón de cada uno. Desde ahí, principalmente Roxana no volvió a ser la misma niña alegre de antes. Ahora su madre tenía que protegerlos a sus cuatro hijos incluyendo Hannah.

Continuará...