Ante aquella incómoda escena, Yeosang sólo pudo atinar a salir corriendo de aquella habitación, sin importarle los gritos del menor, que le indicaban que se detuviera.
Sin embargo, este al darse cuenta de que eso no había sido nada efectivo, prefirió sentarse con exasperación sobre su cama, cerrando los ojos y permitiéndose dormir en un intento de relajarse.
Al fin pudiendo lograrlo, su respiración de volvió calma y pudo despejar su mente dentro de la ensoñación. Abrió sus ojos lentamente antes de tomar el papel entre sus manos para leer lo que se mostraba en él. Había estado a punto de romperlo, de no ser porque pudo divisar una letra y escritura ajena a la propia.
"Probablemente, sí" aquellas palabras escritas con notable nerviosismo hicieron eco en su mente, sacándole una gran sonrisa junto a un agudo chillido.
Sin más, tomó su celular y buscó entre sus chats el del peli rosa, encontrándolo sin tardanza alguna entre sus fijados. Tenía un mensaje suyo, recientemente enviado.
Yeosangie 💕:
Yo.. Lo siento mucho,
Seongie, no fue mi intención
revisar tus cosas y, bueno,
comprenderé si me odias
y decides no hablarme
nunca más o decirme "omae
wa mou shindeiru".
Seonghwa 💕:
Omae wa mou shindeiru.
Seonghwa 💕:
No estoy enojado, Yeo hyung.
Seonghwa 💕:
Pero tenemos que hablar.
Nos vemos en el parque
al lado de tu casa.
Yeosangie 💕:
Está bien..
Seonghwa sintió a su corazón palpitar con fuerza al notar como el mayor se había desconectado. Ante esto, se desconectó también para cumplir con su palabra, saliendo de su casa tras alistarse un poco más.
Cuando llegó, algo que nunca esperó que sucediera, hizo que sus mejillas se tornaran de un fuerte color rojo y su respiración se fuese de un momento a otro.
