#9: ¿Y si fue...?

32 1 0
                                    

Ángel

- Los panqueques están quemándose – advierte Stephanie.

- ¡Mierda! – apago inmediatamente las hornillas, ella ríe y coge su morral - ¡Hey! ¿No te quedas a desayunar?

- Está bien, comeré una tostada.

Se sienta frente a mí y sirve un poco de jugo.

- Le falta azúcar – hace una mueca - ¿Alguna vez has hecho esto?

Sonrío y niego – Siempre hay una primera vez, es mi manera de disculparme con Lizzy, y quizá con Naomy. No sé lo que hice exactamente, pero desde que volvió esta...algo extraña.

- Debe ser por lo que sucedió cuando se fue – dice con la boca llena.

- Nunca me hablaste sobre eso, y sigo sin saber lo que hice.

Rueda los ojos – La trataste mal, de hecho, eso se queda corto, pésimo.

- ¿Yo?

- Sí, tú. No sé si deba decirlo así que, si llegan a enterarse que fui yo, eres hombre muerto.

- Que linda, hermanita.

- Como sea ¿quieres saberlo o no? – asiento – Bien, digamos que antes que se fuera ella, tenía un pequeño enamoramiento por ti.

Me atraganto con el café ante sus palabras.

¿Ah?

- Sí, era muy obvio, digo, lo único que le faltaba era que se formaran dos corazones en sus ojos. El punto es que tu en ese tiempo lo estabas de Jessica. Parece que ese día te trataron de la patada, llegaste furioso y ebrio a casa, Naomy vino a visitarte, y pues... te confesó lo que sentía. Parece que te desquitaste con ella.

Trago en seco. Ahora lo recuerdo, recuerdo los insultos, las lágrimas que hice que derramara. Mi estómago se revuelve.

- Lo que sigue después ya lo sabes.

Se fue. Y todo por mi culpa.

- ¡Maldita sea! Soy un idiota.

Levanta las cejas y asiente. Ve su reloj y deja de comer – Voy tarde – besa mi mejilla – Gracias por la rosa, te amo. Nos vemos en la noche.

- También te amo.

"Eres una estúpida ¿realmente crees que llegaría a fijarme en alguien como tú? Ese es un buen chiste. No eres más que una niñita realmente ingenua..."

Maldito estúpido.

Empiezo a sentir calor y la cabeza me da vueltas.

Mierda, es la tercera vez que sucede.

Me siento en el sofá y empiezo a tomar grandes respiraciones. Necesito disculparme, fue por mi jodida culpa que ella se fue, que me quedé sin la única amiga que tenía.

Me levanto y camino a la habitación de Lizzy con la charola del desayuno.

- Princesa – susurro y beso su frente – Buenos días.

Abre un ojo, me observa y se cubre con la sábana – Cinco minutos...

Me escabullo en su escondite y empiezo a hacerle cosquillas - ¡No! ¡Hermano, por favor!

Rio junto a ella – Esta bien, pero ya es hora de despertar.

Sonríe y se sienta sobre la cama. Agradece por el desayuno y empieza a comer – ¡Alto! – dice con la boca llena – Se supone que estoy enfadada.

Nuestro MomentoWhere stories live. Discover now