•25• Concentración

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Jungkook

-¿Qué me quieres hacer? -se relame los labios en una silenciosa tortura para mí.

-Si me besas te lo digo -le sostengo la mirada, muriéndome de ganas de que sea ella quien lleve la iniciativa. Si me besa eso significará que tiene curiosidad, y por consecuente que querrá lo que tenga pensado hacerle. O eso espero.

Sus manos rodean mi nuca, y tira de esta para encontrarse con mis labios. Por poco suelto un suspiro de alivio cuando me besa, sus labios yendo en sincronización con los míos en un dulce y meloso compás. No puedo evitar pasar los brazos por su espalda y apretar su cuerpo al mío.

-Quiero que uses más esto como pijama -me separo de su boca dejándola desubicada-, me excita mucho en ti.

Sus mejillas se tornan de un ligero color rosado, pero yo solo puedo pensar en lo bien que se siente la seda blanca contra mi piel cálida. Yuri vuelve a mí con un beso corto, pero me encargo de profundizarlo con la ayuda de mi lengua.

Amortiguo uno de sus gemidos cuando aprieto su cintura con necesidad, y me separo ligeramente para adentrar uno de mis muslos entre sus piernas. Un puzzle perfecto.

Araña mi cuello cuando toco ese punto cálido entre los muslos que me tienen tan loco. No dejo de besarla mientras comienza a restregarse levemente contra mí, y procedo a besar su cuello.

-Jungkook -tira de mi pelo y me aparta de su piel-. ¿Me lo vas a decir?

-¿El qué? -la miro fijamente concentrándome en ella.

-Lo que quieres hacer -responde tímida, todavía recuperando la respiración.

-No sé a qué te refieres -me hago el despistado, solo porque quiero oírlo de sus labios.

-Lo que me quieres hacer...

En vez de contestarle vuelvo a su cuello, algo húmedo por los besos que he dejado, y continuo mi trabajo mordiendo.

-¿J-Jung-kook? -insiste, su voz sonando debilitada por el placentero trato que está recibiendo.

-Shhh -aumento la intensidad, oyendo un suspiro jodidamente sensual en mi oído-. Se te han ido los chupetones...¿debería hacerte más?

No me contesta, así que la miro expectante de una respuesta. Asiente lentamente, mordiéndose el labio de una forma sutil que me hace doler la erección.

Porque no se va a resistir a que le maltrate el cuello.

-¿Y si te los hago en un lugar que solo tú y yo sepamos? -mi propuesta es jodidamente indecente y con un claro tinte lujurioso-. Así no los tendrás que esconder de tu madre o del colegio...

-Vale...

Dejo un camino de besos por su piel, tomándome mi tiempo en hacer un morboso sonido contra esta en cada beso, y paro cuando llego a su clavícula.

-Un poco más abajo... -murmuro, deslizando un tirante por su hombro. Vuelvo a coger su cintura para recordar que me tengo que contener, y sonrío cuando la tela de encaje ya acaricia mis labios. La miro a los ojos, y solo puedo ver el brillo de la excitación en estos.

Muevo mis dedos hacia uno de sus pechos cubiertos, y acaricio un pezón que se le marca en la fina tela sin dejar de mirarla. Inclina la cabeza ligeramente como respuesta, y eso solo me aumenta el ego.

Subo la otra mano hacia su otro pecho, y atrapo sus pezones con algo de fuerza pero sin llegar a hacerle daño. Le quiero hacer de todo menos eso.

Vuelvo a besar en la frontera de la tela sin dejar de sobarle por encima de la camiseta, y la incorporo sentada para verle de frente.

Oppa ; jjk [+18] Where stories live. Discover now