Oppa ; jjk [+18]

•23• Niños babosos

Yuri

-No lo sé Hae, es difícil de explicar -murmuro cansada.

-¿Me estás diciendo que os estáis liando cada dos por tres y no lo habéis hablado?

-Es que ni siquiera yo sé lo que somos -agacho la cabeza pensativa-. Está claro que somos amigos, pero no pareja.

-Solo te voy a decir que la comunicación es lo más importante en estos casos, y espero que aproveches y te tires a semejante trofeo de hombre. Y ahora acompáñame al baño.

En el camino al baño oigo unos silbidos detrás de nosotras, y me tenso antes de girarme y comprobar que el sonido va dirigido a nosotras.

-Hae, hay unos chicos detrás de nosotras -la ansiedad se apodera de mi voz, haciéndome sentir insegura después del suceso de la biblioteca.

-No les hagas caso, es por las medias que llevamos -rodea su brazo con el mío-. Los hombres tienen los uniformes escolares en un altar sexual.

Sé que sus palabras pretenden disminuir la tensión, pero mientras ella camina despreocupada yo escucho pasos detrás de nosotras.

Por fin tranquila dentro del baño de chicas, reviso mi teléfono mientras espero a mi mejor amiga, y veo de reojo cómo alguien se para a mi lado de una forma intrusiva. Despego la mirada de la pantalla, y no escondo la sorpresa cuando veo a Sumiko con una ceja alzada.

-Tú y yo tenemos que hablar -sentencia firme, su piel brillando con un maquillaje sutil y sus uñas en una perfecta manicura. Involuntariamente retrocedo hasta apoyarme en el lavabo.

Hae sale del cubículo y nos mira extrañada, pues no todos los días una chica de último año habla con las de nuestro curso.

-¿Todo bien?

Sumiko se adelanta y responde por mí.

-Tengo que hablar con ella a solas -responde firme pero sin llegar a ser antipática, y Hae sale del baño de chicas cuando le asiento.

Oigo unos silbidos fuera y me alarmo. Sumiko, notando mi tensión, me pide silenciosamente una explicación.

-Nos han seguido unos chicos de curso superior.

-Yo me encargo, espera aquí -desaparece por la puerta, y oigo varias voces antes de que vuelva a entrar-. Ya está, les he amenazado con exponer su acoso sexual al director y se han ido con el rabo entre patas. He avisado a Jungkook.

-¿A Jungkook? -pregunto confundida.

Mi teléfono vibra y miro la notificación sin desbloquearlo.

Jungkook

Voy para allá

-He visto cómo le dejó la cara al extranjero, y tengo que admitir que no me desagradó del todo que impartiese un poco de justicia. El niñato ese había acosado a más chicas -Sumiko relaja su tono de voz, haciéndolo meloso para crear confianza-. De mujer a mujer: si no hubiese sido porque te acosó a ti, nadie habría hecho nada. Tu mala experiencia sirvió para algo, usa eso como consuelo.

Sumiko aparta un mechón de pelo de mi cara y lo coloca detrás de mi oreja con sumo cuidado, sin dejar de sonreírme.

-Tienes mucha suerte de tener a un chico como Jungkook a tu lado, aprovéchalo -baja su mirada por mi cuerpo hasta detenerse en las medias-. Y las chicas no somos tan babosas respecto a eso.

-¿A qué te refieres? -pregunto desconcertada.

-Eres muy mona -chasquea la lengua después de un largo silencio, y sin aclarar nada me guiña un ojo y sale del baño.

¿Qué acaba de pasar?

Jungkook

-¿Yuri? ¿Estás aquí? -abro la puerta casi con timidez, esperando que no haya chicas en el baño. Una figura quieta y tensa capta mi atención.

-Hola -sonríe cuando me ve, y entrecierro los ojos intentando descifrar sus mejillas coloradas.

-Hae está con Namjoon y los demás -me acerco a ella y sujeto su cintura con fineza. Luce frágil y asustada-. Hoy estás muy guapa.

-¿Sí? -alza las cejas, mirándome por primera vez y comunicándome indirectamente que algo está mal. Pero no quiero preguntar.

-Siempre estás guapa, pero hoy... -se cuelga de mi cuello y esconde la cabeza ahí, cortándome la frase por el cálido abrazo.

-Mañana es viernes -su respiración choca en mi piel, poniéndome nervioso.

Acaricio su sien con la nariz en un gesto protector, porque sé perfectamente que me está cambiando de tema para no hablar de los niñatos acosadores.

-¿Te han hecho algo? -rozo su mejilla todavía con los ojos cerrados, dándome el privilegio de perderme con ella en nuestra propia galaxia, ella de puntillas y yo ligeramente agachado.

-No ha pasado nada -suspira exhausta-, pero estoy cansada de que pase esto. ¿Por qué me pasa a mí? No les he hecho nada.

-No piensan con otra cosa que no sea la polla. Si vuelvo a ver otro caso de acoso en la escuela le reviento la cabeza al agresor -insisto con el roce en su mejilla, y logro que desentierre la cara y me mire-. Y tú serás mi compinche, ¿vale?

-Me tendrás que enseñar a pegar fuerte -la sonrisa traviesa que le recorre me es igual de agradable que los ratos de sol de una tarde primaveral.

-¿Cómo de fuerte? No vaya a ser que forme a la próxima atracadora de bancos de Seúl... -acaricio su mejilla con las yemas de los dedos, consiguiendo que se incline hacia mi mano con sumisión.

-Lo suficiente para dejarles sin descendencia.

-Pero no lo uses en contra de mí, no quiero acabar en el hospital -cojo su mentón y le alzo la cabeza-. Sería muy humillante que una mujer dos años menor me lesionara.

Dos años menor

-No me subestimes, Jk -hace un puchero adorable que me hace sonreír.

-No lo hago, peque.

Jungkook tiene 19 años, y Yuri 17, por si las dudas

Spanish unnie ❣