No iba a arriesgarme otra vez.

Tenía a la novia más adorable del mundo, y ahora si me sentía un chico con suerte.

—¿Llego en mal momento? —la voz de Jihyun se oyó tras de nosotros y de un salto nos apartamos, provocando que a Sooyun se le derramara la soda encima. De inmediato dejé la soda de lado para ayudarla.

—Nos asustaste —bufé, ayudando a Sooyun a ponerse de pie.

—No era esa mi intención —dijo, encogiéndose de hombros— Voy a prestarte algo, Sooyun, no te preocupes.

—No, está bien, yo... creo que ya debo irme de todas maneras —respondió, y fijé rápidamente la mirada en ella.

—No puedes irte así —dije, señalando su falda, la cual era la más afectada.

—No importa, me cambiaré al llegar a casa —insistió, tomando su mochila— Nos vemos mañana, Jihyun —agregó, saliendo apresuradamente.

Me quedé sorprendido mirando el lugar por donde se fue, y fije la vista en Jihyun.

—¿Y yo qué?

Ella soltó una carcajada y se fue, seguramente, a su habitación.

Corrí de inmediato hasta las afueras de mi casa, logrando alcanzar a Sooyun.

—¿No vas a despedirte de mí? —pregunté, bloqueándole el paso.

Sonreí cuando se inclinó para alcanzar mis labios con los suyos en un pequeño beso.

Envolví su cintura con mis brazos y acercando su cuerpo al mío, junté nuestras bocas nuevamente.

—No hay razón para que te vayas tan pronto —murmuré, a centímetros de su boca— Jihyun puede prestarte algo, y yo te acompañaré a casa más tarde.

—No quiero preocupar a mis padres —respondió, desviando un poco la mirada.

—Llámalos —insistí, con una sonrisa— Podemos ver una película los cuatro.

—Uhm, de acuerdo, pero no debo volver a casa muy tarde o-

—O tu madre te regañará, lo sé —la interrumpí.

Tomé su mano con la mía, entrelazando al instante nuestros dedos para llevarla conmigo de vuelta a mi casa.

—Mi hermana va a prestarte algo de ropa, veremos una película y tú me dirás cuando quieras marcharte ¿de acuerdo? —dije, cerrando la puerta a nuestras espaldas.

—¿Puedo subir a su habitación?

—Claro, ve —sonreí. Y antes de que se alejara demasiado, volví a hablar— Espera...

—¿Q-Qué?

Nuevamente sonreí ante su ternura.

Caminé los pasos que me faltaban para quedar frente a ella, y pasando mis brazos alrededor de su cintura, dije:

—Lo siento ¿si? —murmuré, logrando confundirla— Todo.

No pasaron ni tres segundos, cuando sentí sus labios chocar con los míos.

—Estaré aquí en un momento —susurró, y con una sonrisa la vi alejarse para retomar el camino a las escaleras.

Con un suspiro pesado procedí a tomar mi móvil para llamar y pedir una pizza. Al colgar la llamada caminé hasta la cocina rebuscando entre las bolsas los snack que había comprado para mí.

—Lamento informarte...

—¡Diablos, Jihyun! —exclamé, volteándome hacia ella. A lo que soltó una carcajada.

Mistake ; Jeon JungkookWhere stories live. Discover now