Mistake ; Jeon Jungkook

18

Lee Soo Yυɴ

Cuando estaba entrando en la escuela, a lo lejos, divisé a Jungkook junto a su amigo. Al verme, cruzó solo un par de palabras más con el chico y comenzó a caminar en mi dirección. Sin poder evitarlo, comencé a jugar con mis manos de manera nerviosa.

Quería irme rápidamente para evitarlo, pero por alguna razón mis pies no querían moverse.

—Buenos días, linda —saludó, y pasé saliva nerviosa al ver su sonrisa.

Cálmate, Sooyun. Por favor, cálmate.

—¿Crees que podamos hablar ahora? —preguntó. Evitando su mirada, observé a mi alrededor a todos los estudiantes entrando y platicando con sus amigos, y entonces Jungkook insistió— Por favor. Aún no suena el timbre de entrada.

—Si es para oír tus estupideces, entonces no.

—Solo escúchame.

Solté un suspiro mientras asentía levemente, no muy convencida de esto.

—Gracias —sonrió. Y tomándome por sorpresa sujetó mi muñeca para llevarme con él.

Lo miré extrañada cuando nos adentramos al gimnasio de la escuela.

—Dijiste que querías hablar —murmuré, soltándome suavemente de su agarre.

—Exacto. No quiero que nadie nos oiga y éste lugar es perfecto —respondió.

—¿Y si hay alguien escondido por ahí?

—Nadie puede estar aquí tan temprano. Eso creo —dijo, murmurando lo último.

—Habla ya. Dentro de poco hay que ir a clases.

—Bueno, yo... quería saber si puedes darme una oportunidad —dijo, provocando que de pronto mi corazón comenzara a latir más rápido de lo normal— Hablo de... salir tú y yo... intentarlo.

—¿Qué?

—Ya mencioné que me gustas, si no quieres, al menos solo dame un día para convencerte.

—Hablas de... ¿Una cita? —pregunté, temerosa.

—Si.

Y ese si bastó para que la sangre subiera a mis mejillas, otra vez.

—N-No lo sé, tú y Minsoo...

—Entre ella y yo no hay nada. Ya te expliqué como sucedió eso —me interrumpió, dando un paso hasta mi— Salgamos después de la escuela y luego me das tu respuesta definitiva.

—¿Y las tutorías?

—Bueno, dejar pasar una clase no te hará daño —su mano rozó suavemente mi mejilla, y bajé la mirada— Puedo enseñarte cuando quieras.

Sus últimas palabras me pusieron nerviosa. El tono en que las había dicho no había sido para nada normal.

—¿Que dices?

Ruidos nos interrumpieron, y rápidamente me alejé un poco de Jungkook para mirar hacia la entrada.

—Diablos —le oí murmurar— Olvidaba que el equipo de basquetbol tiene sus prácticas por la mañana.

—Mi hermano no puede vernos juntos —susurré de inmediato.

—Ven conmigo —dijo, y sin esperar mi respuesta tomó mi mano para connzar a correr.

Me dejé guiar por él porque realmente no quería que mi hermano nos viera juntos, o sería mi fin.

Corrimos hasta el otro lado de las gradas, y con sumo silencio Jungkook abrió la puerta para salir.