Mistake ; Jeon Jungkook

23

Lee Soo Yυɴ

Entré al aula de clases encontrándome con un enorme caos en su interior. Chicos charlando, lanzando papeles, otros gritando, algunos jugando, etc. Tuve que caminar con mucho cuidado entre todos para llegar junto a Jihyun.

—¿Que sucede aquí? —le pregunté.

—No tendremos ésta clase, la maestra no vino —respondió, encogiendo sus hombros.

—¿Es en serio? —ella asintió— Pude dormir otro poco más.

—También yo, querida —me sonrió.

Me quité la mochila de los hombros para acomodarla sobre mi mesa, y al recostar mi cabeza sobre ésta una horrible canción comenzó a oírse desde el interior.

—¿Y eso? —preguntó con burla Minsoo.

—Es el móvil de Byeol —respondí soltando un suspiro.

El idiota tenía alarma programada.

—Voy a devolvérselo —dije, poniéndome de pie.

—Pero está en clases —dijo, Jihyun. Monté la mochila sobre mi hombro y negué.

—Hace un rato cuando nos despedimos lo vi correr al gimnasio, y que yo sepa esa no es su primera clase hoy.

Salí de ese lugar nuevamente intentando no chocar con nadie.

Corrí en dirección al gimnasio con el móvil de mi hermano en la mano. Hice el intento de desbloquearlo pero fue inútil. Su contraseña no era ni su fecha de nacimiento ni su película favorita.

Entré al lugar siendo muy silenciosa, viajando la mirada de un lado a otro y comenzando a pensar en porqué Byeol habría venido aquí si el lugar estaba vacío.

Mi segunda y última opción después de recorrer el lugar con la mirada, fue ir a los vestidores. La luz estaba encendida, y se oían pequeñas risas.

Caminé un par de pasos más y cuando estaba por hablar, noté una presencia de mi lado izquierdo.

Hice mis ojos tan grandes que sentía en algún momento se iban a salir, cubrí mi boca con ambas manos para evitar dejar salir cualquier ruido y retrocedí algunos pasos para luego echarme a correr.

No podía ser cierto.

¡Maldición!

Es que... como... imposible.

¿Byeol y Jimin? ¿Es en serio?

¡Acababa de ver a mi hermano y mi amigo comiéndose la boca allí en los vestidores!

¡¿Como debería sentirme?!

Estaba tan impactada, pero a la vez muchas preguntas se formulaban en mi cabeza, tantas que quería volver y pedir respuestas.

Pero por supuesto no podía.

Porque no tenía el valor de hacerlo y porque estaba avergonzada de haberlos visto en aquella situación.

Al ingresar en el aula otra vez, recibí una bola de papel sobre mi rostro al instante, miré por todos lados buscando al culpable, pero eran varios los que miraban en mi dirección sin decir nada, así que solo continué caminando, no estaba como para ponerme a buscar al culpable de todas maneras.

—¿Lo encontraste? —me preguntó, Jihyun. La miré con el ceño fruncido— A tu hermano, boba.

—Ah, si, yo... él estaba... nada, solo fui y se lo entregué.

—¿Que te sucede? —preguntó, medio riendo— Parece como si hubieses visto un fantasma.

Querida Jihyun, lo que vi, definitivamente no era un fantasma.