Hopeless? ~ Tercera parte de Loverboy.

Capítulo 16. ~ Nathan.

Juré que pude haber contado todos los segundos que pasaron desde que Roxanne cerró la puerta de la habitación de huéspedes y se fue hasta que los primeros débiles rayos del Sol se filtraron a través de las cortinas verdes. No pude dormir, habían millones de cosas todas planteadas en mi mente, algunas buenas, y la mayoría malas.

Sólo podía pensar en todas las personas que podrían posiblemente verse afectadas si a Ashley le pasaba algo malo. Su mamá, su hermano, sus compañeros de clase, Roxanne, Josh, Patrick—aunque odie admitirlo, sé que a él le importa mucho ella—, los chicos de la banda, yo, y muchas otras personas que no podía ni comenzar a contar. No era una persona muy religiosa, pero en esos momentos, en esas horas transcurridas sólo podía pedirle a un Bien Mayor, a quien sea que nos ve desde arriba, o al Universo y al Destino mismo que ella estuviera bien, donde quiera que estuviera, pero sólo quería que estuviera bien. No esperaba nada a cambio de esto, ni siquiera esperaba que estuviéramos juntos de nuevo, sólo quería verla de nuevo.

Traté mucho de no pensar en Dionne. Se me hervía la sangre sólo con pensar en el remoto hecho de que hay una gran posibilidad de que ella sea la que está tras de todo esto. ¿Cómo pude ser tan ciego, cómo pude ignorar todas las sutiles pistas que indicaban a que estaba pasando algo malo?

Me puse alerta cuando escuché los pasos de alguien dirigiéndose hasta la cocina. Después hubo unos momentos de silencio hasta que escuché el sonido característico de alguien buscando algo entre los trastes, supuse que estaban preparando café, así que decidí pararme de la cama. Fui al baño, me puse una ropa más presentable y luego salí.

Roxanne estaba ahí, apoyada en el mostrador de la cocina. Estaba sutilmente tamborileando sus dedos en la mesa al compás de alguna melodía mientras esperaba que su café estuviera listo. Me acerqué a ella y la saludé con un beso en la mejilla.

—¿Siempre te despiertas así de temprano? —pregunté, apoyándome del mostrador a su lado.

—No podía dormir.

Crucé mis brazos, miré hacia al frente y suspiré. —Tampoco yo.

Puso una mano en mi hombro. —Todo estará bien.

Al rato Roxanne me preguntó si tenía hambre, le respondí que no y ella también dijo que no tenía, pero insistió en que teníamos que comer algo, así que tomamos varias rebanadas de pan de sandwich y las pusimos a tostar justo para cuando Josh se levantó. Saludó a Roxanne y después me dijo buenos días a mí. Los tres nos sentamos a comer, justo cuando sonó el teléfono del pequeño apartamento. Roxanne se levantó de la mesa para atenderlo.

—¿Hola? —la escuché contestar mientras llevaba un trozo de sandía a mi boca.

Hubo un silencio tenso mientras Roxanne hablaba y Josh y yo comíamos. Sólo deseaba que estuvieran llamando de la comisaría, y, por la cara pálida de Roxanne supe que quizá estaba en lo correcto.

—Está bien. Vamos para allá. —dijo ella antes de terminar la llamada.

Me paré con sobresalto de la mesa, de manera inconsciente. —¿Era la policía? ¿Qué dijeron?

—Dijeron que querían vernos.

—Pues entonces vámonos. —dije y pasé caminando al lado de Roxanne, quien ahora tomaba un poco de su café.

Después de cambiarme de nuevo y buscar mis cosas, salí de nuevo a la cocina. Roxanne estaba arreglando su blusa y Josh estaba simplemente parado en el medio de la sala.

—¿Están listos? —Roxanne preguntó.

Me volteé a ver a Josh. —¿Vas a venir con nosotros?