Hopeless? ~ Tercera parte de Loverboy.

Capítulo 14. ~ Nathan.

No podía creer lo estúpido que había sido como para no verlo venir, y mucho menos, como para saber que algo estaba pasando. No podía dejar de apretar mi mandíbula por la rabia que sentía conmigo mismo y mis manos estuvieron siempre cerradas en puños durante todo el viaje desde Los Ángeles a Boston.

—¿Podrías explicarme por qué demonios me hiciste gastar 600 dólares en un pasaje de avión? —Roxanne exclamó, quitando sus brazos cruzados de su pecho mientras caminaba fuera de aeropuerto. Se veía un tanto alterada.

—Prometo que te los pagaré, y te lo explicaré mientras estemos en el carro. —pasé a su lado caminando con la esperanza de que ella me siguiera.

—Como sea, ¿tienes dónde quedarte esta noche? Si quieres te puedes quedar en mi apartamento. —dijo mirando a su alrededor. Finalmente detuvo su vista sobre Josh, quien nos hizo señas con la mano para que camináramos hacia donde él estaba.

La verdad era que no estaba muy seguro si iba a dormir, mucho menos si en realidad pasaría la noche dentro de un sólo lugar. —Sería lo mejor, gracias. —respondí.

Saludé a Josh y me ayudó a poner mis cosas en la pick-up vinotinto. —Será mejor que esto sea algo importante, viejo, el carro es prestado y debería estar en el hospital ahora mismo.

Suspiré y traté de calmarme. —¿Consideras a Ashley una persona importante en tu vida?

Me vio con cara de que la respuesta era obvia. —Claro, es mi mejor amiga.

—Entonces no tienes por qué arrepentirte de nada.

Finalmente nos subimos en el carro y Josh salió del estacionamiento del hospital.

Roxanne me vió por encima de su hombro desde el asiento del copiloto. Soltó un suspiró y sonrió con poca paciencia. —¿Ahora sí me podrías decir qué está ocurriendo?

Apreté mi mandíbula un poco más. —Creo que Ashley está en problemas. —pasé mis manos por mi cabello.

—Sí, creo que eso ya lo habías dicho antes. —Roxanne respondió y se volteó completamente hacia mi—. Tendrás que ser un poco más específico esta vez.

Solté aire por la nariz. Estaba tan alterado, pero no quería ser grosero con nadie. —Josh, necesito que nos lleves al dormitorio de Ashley.

—¿Por qué? —me preguntó posando sus ojos sobre mi en el espejo retrovisor.

—Sólo... Necesito que lo hagas.

—Maldita sea, Nathan. ¿¡Nos podrías explicar qué es lo que está ocurriendo!? No eres el único al que le importa Ashley. —Roxanne exclamó, sus ojos bien abiertos.

—Escucha, Roxanne. Creo que alguien tiene a Ashley—

Roxanne me interrumpió. —¿Tenerla como en secuestrada?

Mi corazón se puso pequeño. No podía procesarlo. —Sí, algo así.

Roxanne jadeó y Josh puso su mano en la pierna de ella. —¿Qué te hace pensar eso? —él me preguntó.

—No estoy 100% seguro, tal vez sólo estoy siendo extremadamente paranóico, por eso necesito chequear su cuarto.

Roxanne me vió con asco. —¿Cómo puedes saltar a conclusiones tan serias tan rápidas, sin siquiera estar seguro? Me has asustado mucho. —dijo—. Tal vez tu paranoia me acaba de costar 600 dólares.

Suspiré y traté de calmarme. Mujeres, a veces se metían en mis nervios. Saqué mi cartera del bolsillo de mi pantalón y la abrí justo en la separación donde estaban los billetes. Conté 6 billetes de 100 dólares y se los entregué a Roxanne, mi sonrisa llena de muy poca paciencia. —Ya, ahí tienes. Ya estoy sin deudas contigo, ¿feliz?