80. Muchas preguntas y muchas respuestas.

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Sin embargo, no fue lo que causó que dejemos de besarnos: un par de gritos de aliento arruinaron la situación. Apoyó su frente sobre la mía y nuestras narices chocaron, pero no nos importó. Abrí los ojos encontrándome con los suyos y por fin me perdí en el abismo de estos.

—Me alegra que estés mejor —murmuró haciendo caso omiso a las señas y los gritos pervertidos. Escuché a Madison quejarse y golpear algún que otro brazo—. Perdón por haberte ocultado tanto, temíamos de que algo malo sí pasara.

Le sonreí con ternura y negué quitándole el interés.

— ¿Y tú cómo estás? —le pregunté sin planear alejarme. Una sonrisa traviesa se posó en sus labios y se los relamió.

¿Ahora? Muchísimo mejor —me imitó con un poco de burla. Sonreí rodando los ojos para alejarme, pero tironeó de mi mano y me acercó con velocidad, otra vez, dejando sonoros y cortos besos en mis labios.

Vayan a un hotel —se burló Emily con un tono divertido.

Ashton se separó de mí tomando mi mano y besó mis nudillos.

—Nunca me sentí tan solo como en este momento —dijo Blake con tristeza. Observó a Madison quien se besaba con Miles; a Emily con Keegan; a Alison con Jake; a Jayden con Megan; a Chelsea se daba un beso esquimal con Drake, y a Ashton, quien había entrelazado nuestras manos.

—Podemos besarnos para cortar la tensión —le respondió Luke encogiéndose de hombros. Solté una carcajada, cuando Blake copió su acción y se acercó al rubio, quien abrió los ojos con susto y empezó a negar rápidamente—. ¡Estoy con Josh!

—Lo pedido es deuda, Mitchell —le contestó, para luego, simular que lo besaba.

La escena causó que todos los enamorados dejasen de besuquearse para reír. Sonreí con alegría y abracé el brazo de Brown.

Me sentía feliz de haber vuelto.

[...]

Al final, Ashton y Jayden se pusieron a cocinar pastas para todos y nos dedicamos a comer en el living mientras mirábamos Wifi Ralph de Disney. Chelsea se largó a llorar porque le recordaba a su infancia y Drake la llevó a tomar helado para calmarla. Era una chica muy sensible y esperaba que con él fuese feliz, hacían linda pareja, pero todavía no conocía al chico lo suficiente como para confirmar que no la iba a dañar.

Uno nunca sabe las vueltas de la vida y cualquiera podía ser el detonador del caos.

Inclusive yo.

Luego de haberme dormida en el hombro de Blake porque la película se me hizo eterna, desperté por el grito de Tyler quien se despedía de Baba porque ya se iba a ir a dormir. La mayoría había ido a sus habitaciones, algún que otro ruido extraño retumbaba por allí, pero no era un hecho que deberíamos prestarle atención.

Me estiré en el sofá pegándole una patada al brazo de Blake, cosa que recibí una mirada de odio de su parte. Le sonreí avergonzada y siguió haciendo lo que sea que estuviese haciendo.

— ¿Qué hora es?

—Las dos y cuarto de la mañana.

— ¡¿Qué?! —grité causando que Brad revoleara el control por los aires, impactando con la cabeza de Liam—. Mañana tengo que hablar con Patrick, ¡no podré levantarme!

Me golpeé la cara con las manos pasándolas con desesperación, Blake me miró como si fuese un bicho y tironeó de mis manos para que dejase de hacerlo.

—Cálmate, va a estar todo bien —murmuró con tranquilidad, inspiró y exhaló para que le siguiese el ritmo—. Vas a poder despertarte porque a las ocho y media voy a tirarme encima de ti como alarma, ¿te sirve?

¡Esto es guerra! © #2 [BORRADOR]Where stories live. Discover now