¡Esto es guerra! © #2 [BORRADOR]

42. "¡Chau, friendzone!" y provocación.

Delfina se siente mal por haber escrito este capítulo, pero sigan leyendo. POR FAVOR ROGANDING.

En el capítulo anterior:
{ Elvira no, déjame, no te metas.

Métete en tus asuntos, Asunta.

El dormilón de Asher abrió la puerta, tenía los ojos cerrados y estaba bostezando, no contemos la parte que sólo llevaba unos pantalones cortos.

—¿Qué pasó ahor...? —se calló cuando me vio.}

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Capítulo cuarenta y dos

"¡Chau, friendzone!" y provocación.

Su mirada fue de arriba hacia abajo y viceversa. Sentí mi cuerpo caliente, le sonreí y levanté mi mano en forma de saludo.

—Buenos días, Asher...

—Hola... —saludó de la misma forma, se apoyó en el marco de la puerta.

—¿Te desperté? —pregunté fingiendo preocupación.

Negó.

—No, ya estaba despierto —me sonrió achinando los ojos—, ¿necesitabas algo? 

Asentí relamiéndome los labios.

—¿Tienes el producto ese que me recetaron? —cuestioné.

Asintió estirándose, tomó mi mano y me jaló dentro de su pieza, cerró la puerta y se dirigió hacia el baño.

—Al final, ¿ya sabes cómo controlar tu ira, nena?

Rodé los ojos, aunque por dentro moría.

—No, por más que me lo ordenaras —me senté en su cama, él apareció leyendo la etiqueta—, aunque sabes que yo no sigo órdenes... —hablé con voz serena.

<<Si la voz serena es significa sensual, entonces sí>>

Levantó su vista, me miró entrecerrando los ojos y se me acercó, dejando el producto arriba de su escritorio.

Se puso de cuclillas y posó sus manos a cada lado de mi cadera, en la cama, me crucé de brazos y arqueé la ceja, desafiante.

—¿Otra vez usando mis frases, nena?

—Me alegra que la sordera no te haya afectado, nene —golpeé levemente su hombro.

—¿Soy yo o me estás provocando?

Por lo menos sabe qué intento y que salir de la friendzone era una de ellas.

Hice un mohín.

—¿Asher está dudando? Por favor, jamás te provocaría.

Arqueó la ceja.

—¿Es en serio? ¿Sabes la cantidad de veces que me lo han hecho?

Sentí celos, pero lo ignoré.

—No lo sé, ¿ninguna? —expresé sarcastica.

Se acercó aún más hacia a mí, si eso era posible.

Bueno... al parecer el que tuvo que hacer trabajo sucio fue él.

—No te hagas la chistosa, me estás provocando... Juegas sucio, lo sabes, ¿no? —murmuró.

—No sabía que estábamos jugando... —sonreí arqueando una ceja.

—¿Lo estás haciendo para olvidarte de tu ex? —preguntó.

Lo alejé.

—No todo se trata de Ashton, Asher. Y no, no lo hago por él —respondí con enojo.