Capítulo 13

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—No—dijo el rubio en cuanto me tumbé al lado de él en la cama.

—¿Cómo qué no? Tengo derecho a saber que hice—le reproche.

—La próxima vez no te emborraches y lo recordarás—me decía el rubio dándome la espalda mientras hacía algo en el móvil.

—Armin, alguna vez serás tú el que se emborrache— dije mirando al techo.

El menor rió.

—No creo—dijo.

—No lo sabes— me giré hacia él—¿Por qué no me miras cuando te hablo?

—Después de lo me dijiste ayer me da mucha vergüenza mirarte— bromeó.

—Armin...—el pequeño se rió y yo hice una mueca.

Viendo que no estaba consiguiendo mi propósito, decidí ponerme más serio y hacer que Armin se pusiera nervioso para que confesara.

—Armin.

—¿Qué?

—¿Qué haces?

—Nada.

—¿Qué estás viendo?

—Fotos.

—A ver— me apoye en su hombro para ver qué es lo que estaba viendo, pude ver por un segundo una foto donde parecían salir él y otra chica rubia, pero no tardó mucho en quitarme de encima y apagar el móvil.

—¿Por qué no me dejas ver?—le insistí a mi amigo.

—No seas cotilla—dijo él.

—¿Quién era esa?—no le hice caso— Parecías muy felices en la foto.

Armin se giró y se quedó mirándome a los ojos. No pude evitar sentirme incómodo ante esa penetrante mirada. Sin duda tenía los ojos más bonitos que había visto en mucho tiempo.

—Annie— confesó el rubio finalmente.

Lo miré por unos segundos, sus ojos y su expresión cambiaron, ahora se veía apenado.

Puse mi mano en su mejilla.

—No tienes que contármelo si no quieres—quité mi mano de la piel del rubio y me tumbé mirando hacia el techo.

Armin se quedó callado por unos instantes, dudando entre sí contármelo o no.

—Era mi novia.

Volví a mirarlo.

—¿Qué pasó?

—La verdad no lo sé... Estábamos bien, quedábamos, salíamos, pero... Me faltaba algo, y no podía encontrarlo en ella y la dejé... Después de eso no me ha vuelto a dirigir la palabra, y cuatro semanas después de eso me vine aquí... No la echo de menos, o sea, no de esa manera, pero si hubiera deseado haberle podido dar lo que ella quería...

Armin se veía realmente afectado. Nunca había conocido a alguien tan bueno como él... Lo primero que pensé es que estaría mal porque la echaría de menos o que habían cortado por no hacerlo... Y por eso Armin es virgen... Pero, ¿estar triste por no haber podido hacer a alguien que quieres feliz aún queriendo? Nunca había conocido a alguien así. Normalmente la gente se asusta y por eso se van... Él parecía quererla y quería hacerla feliz, pero no de esa manera...

—Armin, no puedes estar mal por eso... Si tú para ella eres igual de importante que ella para ti, volverá— el rubio me miró esperanzado— además, no es tu culpa no estar listo para hacerlo.

El rubio frunció el ceño.

—Ya, me parecía raro que dijeras algo tan profundo... Supongo que tenías que compensar.

UNIVERSIDAD PARADIS (EREMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora