Capítulo 9

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Al final, Mikasa y yo conseguimos entrar en el equipo junto a Marlow, un nuevo amigo.

Este había pertenecido a la fraternidad de Marley e incluso le habíamos teñido el cabello de azul, pero aún así alega que no se sentía cómodo en su antigua fraternidad, por lo que ha decidido entrar en la nuestra.

Invitamos a Marlow a cenar con nosotros, así de paso cogíamos nuestras cosas y la suyas y las llevaríamos a la fraternidad.

Ya de noche llegamos al edificio de Eldia, en él habían colgadas algunas bandas y un cartel dónde ponía "Fiesta de Bienvenida" en mayúsculas.
Desde fuera se podía escuchar la música. Quedamos con los chicos en que llegaríamos a las once.

Un escalofrío me recorrió el cuerpo. Eren ya me había informado a cerca de lo que se hacía en esta fiesta con los nuevos "reclutas" y por mí bien espero que este año no lo hagan igual.

Me frené en seco.

-¿Qué pasa, Armin?- me preguntó Mikasa, la cual se había quedado más adelantada.

-¿De verdad es necesario hacer esto?¿No podemos escaquearnos?

-¿Qué dices, Armin?¿Es que nunca has ido a una fiesta?- dijo Marlow acercándose a mí.

-Pues la verdad es que no.

-Pues siempre hay una primera vez- Marlow echó su brazo por mis hombros y me llevó hasta la puerta de la casa.

«Allá vamos»

Cuando entramos nos paramos justo en la entrada. No había ninguna cara conocida, pero todas nos estaban mirando mientras portaban los típicos vasos rojos de las fiestas. La música se paró y fue entonces cuando Eren y compañía hizo su aparición desde la cocina.

-Bienvenidos, chicos- saludó Jean, con Eren, Connie y Marco detrás.-Bienvenidos a vuestra nueva casa-gritó.

Cuando este lo hizo todos los presentes se unieron en un grito. Miré a Eren el cuál me saludo con un gesto de cabeza. Yo le sonreí y él le dió un sorbo al vaso que llevaba.

-Dejárnos esto a nosotros- Connie y Marco cogieron las cosas que habíamos traído.-os las llevaremos a vuestras habitaciones.

-Espera, yo voy con vosotros, no sé cuál es mi habitación- señaló el pelo seta.

- Yo también voy- añadí.

-Ni hablar, Armin- Jean me cogió del brazo y me empujó hacia la cocina- tú ya te conoces la casa. Es hora de que te relajes un poco.

Observe a mi alrededor, el lugar estaba lleno. En el momento en que mis compañeros subieron las escaleras la música volvió a sonar desde el salón y el jardín trasero. Todos nos abrían paso a Jean y a mí. Llegamos a la isla de la cocina, ahora está estaba completamente llena de distintos tipos de botellas de alcohol, vasos y hielo.

-¿Qué te vas a echar?- Eren me sorprendió desde atrás.

Pegué un pequeño repullo.

-N-nada, no voy a beber. Esto no me gusta.

-¿Qué?- Eren me miraba sonriendo, le hacía gracia al parecer- ni de coña, aquí no te vigila nadie. Pásatelo bien por primera vez en tu vida. Además, un cubata no le hace daño a nadie.

Sabía que no iba a conseguir hacer que cambiaré de idea, por lo que volví a revisar la mesa de las bebidas. Elegí una marrón llamada "43".

-¿Eres de Ron?- me preguntó el castaño.

-No lo sé, ¿y tú de qué eren?

Eren se me quedo mirando serio, yo no pude evitar reírme.

-Muy gracioso, rubito - acercó su cara a la mía, me miró fijamente durante unos segundos y luego su boca se dirigió a mi oído- a ver si te ríes tanto más tarde.- volvió a poner sus ojos esmeralda en los míos, me dedicó una sonrisa maliciosa y se marchó.

Tragué saliva. Decidí echarme la bebida que había escogido. Después de añadirle Coca-Cola le pegue un largo sorbo. Sabía super dulce, no me esperaba que el alcohol podría estar tan bueno.

Miré hacia Jean, ahora no estaba en esta habitación. Seguro que estaba con Mikasa. Mierda estoy solo. Volví a beber del vaso.

«Esta va a ser una noche muy larga»






Dejé al rubio en la cocina después de que soltara un chiste muy malo. No pude evitar reírme nada más abandonar la sala en la que estaba. Mientras me dirigía al salón pude ver cómo entraban las de la fraternidad de Mare. Entre ellas Historia.

Todas se fueron a distintos sitios de la casa, Historia se quedó enfrente de mí.

-¿Necesitas algo?

-No... Nada exactamente- dijo la rubia dando un paso hacia mi.

- Bueno y, ¿quieres algo?

-Puede- cruzó sus brazos y se plantó delante de mí.-creo que no terminamos algo el otro día.

Me reí.

-¿Y quieres terminarlo ahora?

Cuando la rubia sonrió finalmente, la cogí de la mano, dejé mi vaso en la barandilla de la escalera y la llevé al piso de arriba.

De camino nos cruzamos con unas cuantas parejas entrando y saliendo de las habitaciones o simplemente dándose el lote en el pasillo.

Llegamos a mi habitación.

-Otra vez aquí- dijo ella mientras se apoyaba en el escritorio como la primera vez.

Mientras ella se desabrochaba los primeros botones de su camisa yo me sacaba el jersey verde que llevaba por la cabeza, seguido por la camiseta negra.

Fui hacia ella y comenzamos a besarnos. Sus lengua jugaba con la mía con más velocidad que la primera vez.

Cuando terminó de quitarse la camisa la cogí de la cintura y la volví a subir al escritorio. Reí en mi cabeza ante lo que acababa de pensar. Según mis cálculos ahora es cuando Armin entra en la habitación.

Me reí

-¿De qué te ríes?- se rió Historia apartándose.

«Si tú supieras»

-De nada- la volví a acercar a mí.

Mis pensamientos volvieron a Armin. Seguro que el nunca había besado a una chica... Me preguntó si él besará como ella... No seguro que él no sabe... Un momento.

Empuje un poco a Historia lejos de mi.

-¿Qué pasa ahora, Jeager?- pregunto la rubia.

¿Estaba besando a Historia pensando en Armin? ¿Qué?

Me aparté de Historia completamente.

-¿Qué cojones te pasa ahora?- gritó la pequeña irritada.

-Necesito que te vayas- susurré dándole la espalda.

Historia alzó su mano para coger la camisa que segundos antes se había quitado, me observó por unos segundos y finalmente se marchó, no sin antes soltar un "eres un puto friki".

No le di importancia a lo que me había dicho, la verdad me daba igual. No podía sacarme de la mente al pequeño rubio que se había paseado por mi mente mientras besaba a una chica... No puede ser.

Volví a ponerme mi ropa y salí de mi habitación abriendo la puerta de una forma brusca. Para mí sorpresa allí estaba aún Historia, la cual estaba acompañada ahora por una chica más alta y pecosa. Nunca la había visto antes. No les di importancia y bajé. El vaso que había dejado antes en la escalera no estaba. Volví a la cocina y me eché en un vaso nuevo lo primero que pillé. Me lo bebí de trago. Estaba fuerte. Repetí la acción dos veces más.

Ya vale de pensar en mierdas de esas. Volví a rellenarme el vaso y me dirigí al salón. Las pruebas de iniciación estaban a punto de empezar.

«No voy borracho»

Já. Eso te crees tú...

UNIVERSIDAD PARADIS (EREMIN)Where stories live. Discover now