Albalia

5.La dama de la dama de Elche.

Después del ajetreo de las últimas semanas con la gala de Eurovision y todo Alba y Natalia había decidido ir a pasar unos días a Elche para descansar y disfrutas del tiempo en familia antes de tener que empezar con  los ensayos para la gira. 

- Dios Natalia mira que te dije que era mucha ropa- regañó Alba a su novia que tenía dificultades para manejar su maleta.

- Jo Albi es que no sabía que tiempo iba a hacer- se excusó la morena haciendo un adorable puchero.

- Menos mal que tienes esa cara- bromeó Alba para a continuación besarla.

- ¿ Vais a pasar o preferís seguir liandos en plena calle? - preguntó divertida Marina apoyada en la puerta de la casa.

Ambas se sonrojan y entran en la casa.

Entre que Alba y Natalia llegaron sobre las doce de la mañana, y que gran parte de la mañana se la pasaron recogiendo las maletas, antes de que se dieron cuenta ya estaba las cuatro sentadas al rededor de la mesa dispuestas a comer.

Natalia comía entretenida mirando a su alrededor observando el salón de aquella casa, le llamaba especialmente la atención las fotos y los cuadros que decoraban la estancia hasta que su vista se poso en uno que provoco que se atragantara ligeramente haciendo que Alba dejase pequeños toquecitos en su espalda. 

- Impone ¿verdad?- bromeo la pequeña de las Reche al ver el causante de su tos.

- Lo había visto en fotos pero no es lo mismo- susurró a su cuñada.

Cuando acaban de comer Rafi insiste en tomarse un café con ellas alargando un poco la sobremesa. Natalia no sabe como pero la conversación acabó monopolizandose en su relación y con Rafi enseñandolas un montón de fotos y vídeos de ellas dos que había visto por la redes sociales.

La navarra tenía que reconocer que todo lo que las había enseñado era muy bonito pero la situación era de lo más surrealista  y ella ya no sabía donde meterse y aunque veía como su novia disfrutaba de aquella situación y de verla tan avergonzada al final acabo sacando a las dos de aquel salón con la excusa de ir a descansar un poco. 

Eran cerca de las nueve de la noche, la pareja había quedado para cenar con el padre de Alba sin embargo Natalia parecía indecisa acerca de su outfit.

- Nat estas buenísima. el traje te queda genial pero sabes que no hace falta, es solo una cena con mi padre- intentó tranquilizarla Alba.

- Quiero que tenga una buena impresión de mi- decía mientras se estiraba la chaqueta y se miraba ,con la cabeza torcida hacía un lado, en el espejo.

- Ya te conoce cariño, te ha estado viendo tres meses, y te adora- dijo la rubia mientras la abrazaba por detrás dejando un suave y tierno beso en su mejilla.

La cena trascurrió con mucha más calma que la comida de ese día. Hablaron sobre muchísimas cosas, sobre Alba cuando era más pequeña, sobre cine, música... Natalia acabo descubriendo que tenía muchas cosas en común con su suegro y todos los miedos e inseguridades que había tenido antes ahora le parecían ridículos. 

Al acabar la cena Alba se levanto para ir al baño antes de marcharse.

- Natalia, sé que eres una chica genial y te he has ganado mi cariño estos meses viendo como cuidabas a Alba. Estoy seguro de que entiendes que yo solo quiero que ella sea feliz y por eso te tengo que pedir que la sigas cuidando como hasta ahora has hecho. Alba es una mujer fuerte, no te estoy diciendo nada que no sepas, puede soportar cualquier revés que la vida le lance pero como padre preferiría que no los tenga que sufrir por vuestra relación.- en otra circustancia, con otras parejas Natalia se habría quedado muda pero no esta vez.

- Es verdad lo que digo... me entran ganas de llorar cuando la miro de lo mucho que la quiero, ella dice que me admira pero creo que no se hace una idea de lo mucho que la admiro yo a ella. 

Miguel Ángel la miro con una sonrisa y asintió con tranquilidad.

Y de la tranquilidad y calma del padre de Alba al sentido del humor de Rafi que tras la comida del día siguiente decidió sacar todos los álbumes de fotos familiares haciendo que un rubor se instalará en las mejillas de la rubia.

- Ay Albi mira que mona estas aquí- dice Natalia señalando una foto en la una Alba de no más de tres años estaba completamente desnuda y llena de arena en la playa.

- Mamá por favor para- pedía Alba con la cara enterrada en el cuello de su novia.

- Será por la de veces que te habrá visto desnuda hija- se burla de ella su madre haciendo que todos menos su hija se rian. 

Por la tarde las chicas se dedican a ver regalos que los fans habían mandado a Alba. Natalia esta viendo los dibujos e ilustraciones que la gente les ha mandado mientras que Alba esta sumergida en lo que parece una carta. La rubia empieza a sollozar ligeramente y Natalia no pierde ni un segundo en ir a ver que pasa.

- No gatito, ¿que pasa?- pregunta haciendo un puchero y abrazando a la alicantina a lo que esta solo responde tendiendole la carta.

La carta la escribía una chica adolescente y en ella le daba las gracias porque sin que Alba lo supiera durante los tres meses de concurso la había dado una razón para levantarse cada día a esa chica, también agradecia la visibilidad que había dado al colectivo. 

- Nunca pensé que pudiera ayudar tanto a la gente, realmente yo no hecho nada- decía Alba ya más tranquila.

- ¿ Como que no? Eres un rayito de sol, un ser de luz, eres trabajadora, luchas por tus valores, por las injusticias, eres inconformista, buena...

- Jo Nat, te quiero tanto - dice antes de cerrar la distancia que las separaba.

Un rato después ambas chicas estaban de risas viendo los memes que le habían mandado a Alba, entres ellos destacaba un collague de fotos donde había una foto de la dama de Elche editada con la cara de Alba, realmente era muy gracioso y tenía la navarra meandose de la risa en el suelo.

- Oye tu no te rías, que si yo soy la dama de Elche tu eres la dama de la dama de Elche.

- Y tan feliz de serlo, ya quisiera más de unx- comenta alegremente Natalia antes de besar a su novia.