– desea algo – me dijo una vendedora. Quería decirle que sí y no me aguanté
– si, quiero ese lazo – era de color negro con pelotas blancas.
-Lo envuelvo.
-Si, gracias – la niña lo envolvió y me lo hizo pagar.
-¿Qué compraste? – de la nada Wess apareció y me hizo saltar del susto.
-Mierda casi me matas.
-Lo siento.
-Gracias – le dije a la vendedora y salimos de la tienda.
-Dime que es.
-No, no te diré.
-Oh vamos soy tu mejor amigo o no – y entonces paré y lo quede mirando – que paso anoche- colocó su cara de preocupación.
-Vamos a comer, muero de hambre.
Subimos al piso de comidas y almorzamos en un restaurante Italiano
– porque siempre que tienes que elegir el lugar terminamos comiendo en un restaurante Italiano – me dijo bebiendo de su jugo natural.
-Porque es mi favorito deberías saberlo.
-Lo tengo presente todos los meses cada vez que me traes a este lugar – lo miré y sonreímos – entonces cuéntame que paso anoche.
-Nada no paso nada.
-Si como no y por eso tiene un moretón cerca del labio y la nariz hinchada, a esa niña le gusta el sadomasoquismo o algo por el estilo.
-Eres bobo – los dos nos reímos – Lucy me golpeo.
-¿De nuevo? En serio algún día piensas defenderte.
-No puedo ni menos con mis amigas.
-Claro, puedes no pegarle a tus amigas pero si irte toda la noche a la playa con una de sus ex – nos quedamos mirando y por un instante quería salir corriendo de ese lugar y dejar a Wess solo, pero me quedé – lo siento es solo que no te entiendo.
-Qué cosa no entiendes – solté en tenedor – me gustan las chicas – el sonrió
– no te preocupes por Camila, ella tarde o temprano volverá con Lucy.-Y tu quedaras con el corazón roto.
-¿Qué? Dios Wess sabes perfectamente que nunca en mi vida me ha gustado alguien – nos quedamos mirando – lo de tu hermano creo que sabes porque paso.
-Si lo sé, es solo que no quiero verte mal ni que sufras.
-No lo haré ok – le agarré su mano – no sufriré ni mucho menos por Camila porque ella y yo no tenemos nada – el me sonrió.
-No quiero que el grupo se vaya a la mierda por ella.
-No pasara nada – lo abracé, pero por dentro estaba completamente destruida.
Terminamos de comer y lo fui a dejar a su casa y de ahí me fui a la mía, cuando llegue me di cuenta de que Alexa estaba sentada en la puerta esperándome, tomé mi celular y me di cuenta de que se me había acabado la batería-mierda – estacioné el auto y me baje.-Lo siento no me di cuenta cuando me quede sin batería.
-No importa no llegue hace mucho.
-¿En serio?
-Mentira estoy acá de hace unas dos horas – miró mi mano – que compraste – su mano iba hacia la bolsa pero la oculté detrás de mi.
-Nada que te importe.
-Claramente ahora me importa.
-Solo entremos de una vez – abrí la puerta y deje la bolsa en mi cuarto mientras Alexa esperaba en el living – que te trae por acá.
Capitulo 4
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