Tu dulce y tierna voz - [Romeo x Gecko] Pj Masks

[16]: Amenazas (1/2)

Y allí estaba de nuevo: Amaya, Greg y Connor sentados juntos en el salón, riendo y compartiendo historias de los libros ya leídos en clases.

—Ojalá esas risas las compartiera conmigo... —susurró el pelinegro mientras ajustaba el zoom de sus binoculares.

—Amo, ¿no está siendo muy...?

—¿Acosador? Nah, para nada. —respondió Romeo mientras le daba una mordida a una galleta y sin quitar la vista de Greg. —Tan solo estoy cuidándolo.

—... ¿Es por lo que sucedió anoche con el Ninja Nocturno? —preguntó curioso el robot.

En ese momento el pequeño científico recordó lo sucedido.

~Ayer en la noche~

Luego de haberle contado lo sucedido a su robot, es decir desde que se encontró con Gecko, regresó a su base, la cual se hallaba bajo su casa (un cuartel subterráneo). Allí mismo se retiró sus gafas y bata para luego desplomarse en su gran sofá y largar un suspiro con una leve sonrisa. 

Estaba feliz, no podía negarlo. Pensaba en Greg y cómo sería la vida si fueran unos niños normales, sin ser héroes o villanos; como así también en pequeños detalles, como jugar juntos, compartir historias, merendar por la tarde, ver televisión juntos... ¡y estaba tan ensimismado en en agradarle a Greg, que hasta había una minúscula posibilidad en que podría llevarse bien con los amigos de Greg (Catboy y Ululette) sin importarle las veces que estropearon sus planes!

Eso era todo lo que quería pasar con el rubio superhéroe.

Sin embargo, entre tanta felicidad, surgieron unos pensamientos más reales. Romeo era un niño inteligente... No, mejor un dicho, ¡un genio!, y sabía bien que de tanto cuento en color de rosas, siempre habría un problema que los podría sorprender.

Ese problema era su propia inseguridad. Y en ese momento, su sonrisa se borró y se preocupó.

— ¿Amo?, ¿está usted bien? —El robot corrió por un par de galletas para animar a su amo y se las ofreció. —Estaba usted relatándome lo lindo de su encuentro, ¿qué sucede?

—Robot... estoy confundido. —Se sentó sobre su sofá y miró su reflejo en la mesita ratonera de vidrio que estaba al frente del sofá. —Soy un niño... y Greg también.

—¿Y eso que tiene de malo? —El robot analizaba la situación pero no hallaba el problema.

—¡Que somos niños, robot! Me causa curiosidad que todas las parejas enamoradas sean una mujer y un varón... nunca he visto a dos varones juntos y... ¿eso no es problema? —Romeo sintió una presión en su pecho. Por otra parte, el robot reconocía que su amo era sumamente curioso y que su inteligencia la había adquirido por el simple hecho de ser curioso e investigar. Entendió el "problema" que planteaba.

—Amo, es no es un problema. Porque es solo amor, solo importa que ambos lo sientan. 

—Lo que yo sienta... Je, es cierto. ¡Es cierto! —Logró calmarse y volvió a recostarse y pensar en las infinidades de juegos y salidas podría tener con el rubio.

—¡Amo!

—Dime... —Seguía entretenido con sus pensamientos.

—Alguien está afuera. ¿Activo los mecanismos de defensa...? ¡Amo!

Romeo bufó con una mueca de molestia y se dirigió a la puerta principal de su base, miró por la cámara de seguridad y vaya sorpresa que se llevó: no había nada.

—¿Eh? Robot, estás loco, aquí no hay nadie.

—¡El sensor de movimiento detecto a alguien!

Romeo observó de nuevo y resultó lo mismo. Otra vez se quejó virando sus ojos y abriendo directamente la puerta, y como esperaba, no había nada.

—¡¿Lo ves?! ¡No hay nadie! —cerró de un portazo. —Vete a dormir, largo, shu shu~. Yo subiré arriba a dormir... —le ordenó al robot, el cual avergonzado se dirigió a una esquina y se sentó de brazos cruzados.

—Romeooo~, ¿así tratas a las visitas?

—¡¿PERO QUÉ?!

Miró alarmado hacia ambos lados sin encontrar al dueño de esa voz.

Pero al instante el robot exclamó orgulloso: —¡Lo tengo, lo atrapé, amo!

Resulta que el servicial robot estiró sus brazos atrapando al villano que quería atacar desde arriba al científico desprevenido. Romeo miró hacia arriba y encontró al Ninja Nocturno quejándose.

*~*

¿Quieren saber la verdad de mi ausencia? Igual se los diré :v

Resulta que estaba tan atareada que tenía poco tiempo para dedicarme al ocio y demás, así regalé mi cuenta a mi amigo. Esperaba que él borrara mis historias o las continuara, sin embargo, lo único que hizo fue ser un lector fantasma e-e. Le agradezco de verdad jajaja xD
En fin, volví.
En serio extrañaba esto, y a ustedes también. ♥
En serio lo lamento :'/