[27]: De un tiro

1.4K 143 41
                                    

El robot había visto lo suficiente como para entender que su amo estaba con los ánimos por el piso, en la forma en que miraba el suelo con un semblante triste y ver como el pequeño héroe de pijama verde corría lejos de él.

De inmediato arrojó por los aires todo ese saco de adornos para el cabello que Luna había robado, haciendo que los mismos se esparcieran por todo el aire. Eso sirvió como una distracción: Luna estaba lo demasiado cerca y Catboy y Amaya la seguían a pocos metros, y al ver que todos esos adornos para el cabello caian al suelo, el asistente metálico aprovechó para tomar con sus largos brazos a Romeo y llevarlo lejos de allí.

—¿Amo? —Se animó a preguntar, mientras huían hacia la base secreta del científico. Esperaba que su amo lo regañara o que simplemente no le respondiera,... pero nunca esperó ver cómo unas débiles lágrimas rodaban por las mejillas de Romeo, mientras éste seguía mirando a Greg desde la distancia. —¡Amo! —Exclamó preocupado mientras detenía su paso veloz y miraba directamente al pequeño pelinegro.

—¡Ya te escuché, qué es lo que quieres! —Exclamó Romeo. Para cuando vio directamente a su robot y éste con delicadeza le tocó una de sus mejillas, cayó en cuenta que estaba llorando, y recién se daba cuenta de ello.

Avergonzado, se limpió rápidamente sus lágrimas con el dorso de sus manos.

—Solo... vamos a casa.

El robot no dijo nada, tan solo volvió a cargarlo como de costumbre y continuó con su veloz carrera hacia la base.

Mientras tanto con los superhéores y Luna, ésta última se enojó tanto con el robot que simplemente se rindió en el acto y huyó de ahí con suspolillas, dejando atrás todo lo que había robado esa noche. Por otra parte, cuando Connor y Amaya llegaron no dudaron ni por un segundo en recibir con un abrazo al pequeño Greg.

—¡Gecko! ¿Te encuentras bien? Dínos que pasó... —Dijo la única niña del grupo antes de soltarlo del abrazo.

—Solo... solo estaba asustado. No sabía que hacer cuando me quedé solo. —Lanzó una pequeña risita quepara ambos héroes era muy forzada. Gecko no era así, el sabía como actuar en esos momentos... ¿entonces qué pasó?

Catboy en su momento no le preguntó, pero le resultaba raro que las mejillas de Greg estuviesen algo rojas. Y como si fuera por aprte de magia, Amaya fue la que preguntó.

—Gecko, sabes que puedes confiaren nosotros, ¿verdad? ...que puedes contarnos lo que quieras... hasta, hasta las veces que te sientes triste y llorar por eso. —La niña trataba de ser lo más discreta posible, pero Greg obvió su respuesta.

—Chicos, no se preocupen, solo me cansé de tanto correr, jeje~ ^^', estoy un poco agitado.

Definitivamente Gecko estaba aprendiendo a mentir.

Y sin más se tomaron el trabajo de recoger dichos adornos para el cabello y devolverlos a las tiendas de la ciudad, terminando así una noche de tantas.

Desde lo lejos, estaba un ser que observaba todo con sus binoculares, huyendo de allí una vez que los héores exlamaron su grito de victoria y se retiraron del lugar.

—¡Tal y como lo predije! —Exclamó el Ninja victorioso mientras llegaba a su base secreta y sus ninjalinos lo recibían. —Debieron verlo, mis ninjalinos... —Tomó un dardo de su mesa y lo arrojó a la diana, dando justo en el blanco. —... dos corazones rotos y de un solo tiro.

^~^

Les recomiendo algo: leer los dos capítulos anteriores a éste, así se acuerdan de que va la historia :'v

Perdón por la tardanza ;//3//; los extrañé~


Tu dulce y tierna voz - [Romeo x Gecko] Pj MasksWhere stories live. Discover now