Capítulo. 20

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José no deja de mirarme, y por una extraña razón quiero reír fuertemente por el rostro con el ceño fruncido que se carga. Se cruza de brazos, ahora mirándome atento seguro esperando que comience a hablar, pero no lo haré yo. Es por eso que él lo hace, y me comienzo a reír.


— ¿En serio? —Arque ambas cejas—. ¿En serio que no es tu novio?

—Si así lo fuera, ¿en serio crees que se hubiese ido sin siquiera besarme? —Thalía 100, José 0.

—Bueno, quizá le pediste antes que no lo hiciera —se encoge de hombros.

Abro mi boca de una forma realmente indignada. No puedo creer lo que ha dicho e insinuado.

—José, ¿te escuchaste? Estás siendo un completo imbécil —acerco mi cuerpo a el de él y lo empujo con fuerza.

—Hey, estoy bromeando —toma mi barbilla, haciendo que lo mire a los ojos.

—Pues tu bromita ha ocasionado que quiera golpearte —lo aparto y trato de parecer molesta, pero fracaso al momento de reír.

— ¿No te bastó con la chica de esta mañana? Quisiera saber porque lo hiciste, ¿Qué te hizo para que la golpearas?

—Ya te lo dije, habló cosas de más —ahora soy yo la que se encoje de hombros.

—Eso no es una razón, Thalía.

—Ya por favor, dejemos el tema por la paz —ruedo los ojos y al instante lo tengo nuevamente frente a mí, pegando nuestras narices. Comienzo a ponerme nerviosa.


Lame sus labios de una forma muy tentadora, sin embargo me las arreglo para no caer y seguir con mi mirada puesta en sus ojos, los cuales también me analizan fijamente. Me separo un poco de José, en cualquier momento Aurora [1] puede aparecer, y ahí si se armaría un gran problema y es lo que menos necesito en estos instantes.


— ¿Qué sucede? —Pregunta.

—No estamos completamente solos —susurro, aunque no sé porque lo hago.

—Lo olvidé, lo siento —se hace un lado, y podría jurar que José está apenado y eso me parece completamente tierno.

—Tus mejillas están rojitas —me burlo, ocasionando que se pongan más color carmesí.

—Eso es mentira, Lía.

—Mmh creo que no lo es —respondo de manera más graciosa, haciendo el momento a uno divertido. 


José niega con su cabeza riendo también, y a mi mente llega la pregunta del por qué tiene una sonrisa tan hermosa. Hace un mes, cuando lo conocí, jamás me habría imaginado que estaría ahora aquí junto a él, admirando lo lindo que se ve, o mejor dicho lo lindo que es. Mi yo de hace un mes habría prometido detestarlo por siempre y si era posible también hacerle la vida imposible, sin embargo comencé el año rompiendo promesas. Y me convertí en lo que juré destruir.

"No van a estar juntos nunca como lo crees, Lía, no lo olvides" vuelve a repetirme esa misma voz que en los últimos días me ha estado atormentado.

Y la realidad cae de golpe a mí. Y el que dirán las personas también, aunque diga que no me importa, sé que en el fondo es así. En cierta parte me importa. Y en esas opiniones están mi madre y hermano.

"¿En verdad quieres a José?"


—Hey, ¿en qué piensas? —Frota su mano en el aire frente a mi rostro. Sacudo a mi cabeza y lo miro fijamente, para después abrazarlo fuertemente. Sé que debe estar con una cara de "¿what?" pero lo único que quiero es seguir abrazándolo sin soltarlo por un largo tiempo.

—Te quiero José —susurro.

—Yo también, te quiero Lía.








~*~





Coloreo garabatos junto a figuras sin sentido sobre la hoja de papel encima del cuaderno. Mis vacaciones si es así que puedo llamar estos cinco días que permaneceré sin ir a clases por mi suspensión, hacer dibujitos sin razón está en la lista de cosas como "entretenimiento". Mi fin de semana se basó en los reclamos por parte de mi hermano, exigiendo aun la verdad -la cual no le dije-, y un pequeño regaño de parte de mi mamá al llegar de su viaje, fue lo primero que hizo. Dejo el cuaderno a un lado junto a los pulmones y un suspiro sale de mis labios. Odio estar encerrada sin poder hacer nada, pero salir a la calle con mi rostro morado no está entre mis opciones, no.

Aunque Arely me defendió, sigue sin hablarme bien del todo, y ha usado como escusa lo últimos días que se encuentra cansada y que después me hablará, pero un mensaje suyo nunca llegó. Quiero creer que solo estamos descansando un poco de nuestra amistad de mejores amigas-hermanas, y no pensar que posiblemente esa relación tan unida que hemos tenido durante años termine por un mal comentario -reclamo- por culpa mía.

Me pongo de pie, y tomo mi teléfono colocándolo dentro de uno de los bolsillos de mi suéter y salgo de mi habitación. Quizá ir al jardín puede ayudar a distraerme.

Cuando llego al lugar lo primero que capto es a mi madre sentada frente al pequeño comedor que hay cerca de la piscina, y me arrepiento de haber bajado hasta acá. No quiero hablar con nadie.


—Lía, ven —hace un gesto con su mano, invitándome a que me siente a su lado. Con mala gana -sin hacerla notar-, voy junto a ella, y me preparo mentalmente de nuevo para el discurso, que me sé hasta de memoria.

—Que pasó, mamá —me cruzo de brazos una vez ya sobre la silla.

— ¿Podemos hablar bien? Hace mucho no tenemos una plática como las de antes —claro, desde que murió mi papá y se distanció por completo de nosotros.

—Dime.

—Lía, desde que les presenté a José cambiaste mucho conmigo, y créeme en mi mente ese día jamás estuvo en mi mente pegarte, nunca lo estuvo. Pero...

—Mamá, ya pasó tiempo, incluso lo olvidé.

"Pregunta sobre la cancelación de la boda, estúpida"

Me debato los sesos por si preguntar o no, a pesar de tener la duda muy pesada. No he querido preguntarle a José, por motivos de que sus respuestas sean otras de las que espero y me duelan, sin embargo siento que debo y voy a hacerlo.

—Yo, yo quiero preguntarte algo —la miro a los ojos, y me regala un asentimiento rápido.

—Claro mi vida, lo que sea.

— ¿Qué pasó con la boda tuya y de José? —Pregunto de golpe. Y puedo ver como su semblante cambia al instante, aunque una media sonrisa se instala en sus labios. Y es cuando me doy cuenta que lo que no quería lo salí y busqué.

—La boda no está completamente cancelada a como lo dimos a entender, aunque José así lo crea —ríe—, solo estamos esperando un tiempo, para conocernos mejor entre las familias.


¿José me mintió?


¿Vieron que el drama en vez de terminar se hace mas grande? Muajaja

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¿Vieron que el drama en vez de terminar se hace mas grande? Muajaja. Les quiero desear una feliz navidad atrasada, pero con amor <3. Gracias por todo, las quiero.


[1] Aurora, es la empleada de la casa, ya saben. La he mencionado antes, pero por si las dudas.

Mi Padrastro » J Balvinحيث تعيش القصص. اكتشف الآن