Estaba a punto de decirle todo lo que siento por él, decir que estaba nerviosa era poco.
-Yo... -murmuré- desde que te vi sentí... atracción por ti, y ahora...
Creo que ya sabes lo que quiero decir -evité decir que estaba enamorada de él, me daba miedo la respuesta-
-Se lo que estás tratando de decir -me tranquilizó que lo supiera- yo siento...
-¡______! ¡______! -la voz se me hacía familiar pero no sabía de donde venia-
Sentí que alguien sacudía mi hombro, era Reid.
-¿Qué ha pasado? -le pregunté confundida-
-Te quedaste dormida cuando despegamos y te desperté ahora porque ya vamos a aterrizar -explicó-
Nooooo, ¡TODO FUE UN SUEÑO! Parecía tan real, me hubiera despertado un ratito más tarde.
-¡Justo ahora me despertaste, una persona importante para mi me iba a decir algo! -exclamé fastidiada-
-Lo siento -se disculpó- la mayoría de los sueños son visiones de lo que ocurrirá en un futuro cercano -ya sabía eso-
-Si, lo sé. Ojalá el mío de cumpla -me mordí el labio-
-¿Y que soñaste? -preguntó curioso-
-Cosas muy bonitas -sonreí-
-Oh, me alegra saber eso -me imitó-
La azafata ordenó que nos pusiéramos los cinturones para aterrizar.
La obedecimos y en menos de 15 minutos ya habíamos aterrizado.
Esperamos a recoger nuestras bolsas de viaje para a continuación ir a mi antiguo apartamento.
Quedaba cerca del aeropuerto, podríamos ir andando. Estaba a menos de un kilómetro.
-Podemos ir andando, mi apartamento queda a menos de un km -informé-
-Vale, pero tardaremos en llegar.
-Es obvio, genio. Ando como una tortura -me burlé al decir "genio"-
-En realidad nadie anda como tortuga, la... -como siempre, lo interrumpí-
-Reid, sabes que me gusta cuando hablas explicando cosas raras, pero no puedes explicarme algo que yo no sepa -me reí-
-Se me hace raro que haya una persona igual a mi. A los otros los aburren estas cosas.
Cogimos las bolsas de viaje y salimos del aeropuerto.
Nueva York era una ciudad hermosa. Eran las cinco menos veinte de la tarde, aún no anochecía, y ya era hermosa. (Por la noche con las luces era más guay)
Spencer y yo caminábamos contentos por las calles de aquella encantadora ciudad. Eran unos de los pocos días en los que estaba tranquila, y un poco "feliz".
-Es muy linda la ciudad -habló Spencer mirando alrededor-
-¿No habías venido antes?
-Si, de echo vine varias veces, pero siempre que vengo tiene que haber un psicópata que anda matando a gente. La última vez que vine aqui una bomba explotó debajo del coche de Hotch -contó-
-¡Si! Yo me acuerdo de ese caso, no estaba en la UAC, pero trabajaba con varios inspectores -me lamí los labios, tenía sed- todos lo pasamos muy mal.
-Lo sé -respondió- con lo de la bomba y Morgan conduciendo la ambulancia en dónde ésta se encontraba, por casi que se nos para el corazón.
-Me enteré de que había una bomba pero no sabía que Derek condujo la ambulancia.