Tachiagari [TERMINADA]

El despertar

  Nobuyuki colocó el cuerpo inconsciente de Jin en la mesa de piedra que había en el centro de la habitación. A pocos metros de ella, se encontraban cuatro pilares que lo adornaban, dándole un aspecto de altar de sacrificio. Uno a pocos metros de la cabeza, otro en los pies y los otros dos uno a cada costado.

-Ponlos como te he indicado- le dijo Nobuyuki a Tomohisa y le entregó los colgantes que Dong Soo, Sakura, Ren, Fumiko y Kaito le habían entregado.

-De acuerdo- contestó Tomohisa tomándolos y colocándolos en los diferentes pilares.

  El rosa sobre la cabeza. Los dos azules en uno de los pilares de costado al igual que el verde, y el amarillo en el pilar que estaba a sus pies.

-Creo que iré a ver cómo están los cinco antes de comenzar con todo- le dijo Nobuyuki y Tomohisa, quien asintió para luego verlo desaparecer.

  Nobuyuki apareció en una habitación tambien de piedra y en medio de esta, la cual formaba un círculo con cuatro "camas" de piedra que lo rodeaban. Las cabezas de Nagatora, Yaku, Suk, Nanami y Rina fue lo primero que pudo observar desde donde se encontraba.

  Sus cuerpos estaban cubiertos por una sabana negra que caía por los bordes hasta el suelo.

  Todos tenían los ojos cerrados y estaban más pálidos que de costumbre.

-Solo espero que puedan aguantar hasta que esté todo listo- comentó en voz baja para sí mismo porque sabía que los demás no podían escucharlo.

  Volvió a desaparecer y apareció nuevamente en la habitación con Tomohisa.

-Ya está todo listo.

-Está bien- le contestó Tomohisa.

  La mesa era lo bastante grande como para que dos personas pudieran acostarse sin problema en ella y eso era justamente lo que buscaba Nobuyuki al hacer aquello.

-¿Estás listo?- le preguntó a Tomohisa algo nervioso y lo vio asentir con la cabeza.

  Inspiró profundamente y comenzó a decir unas palabras en un idioma que solo Tomohisa entendía. Incluso los exorcistas no sabían esa lengua tan antigua que Nobuyuki había aprendido gracias a la cantidad de años en los que había existido.

  Los colgantes comenzaron a brillar fuertemente y luego su brillo formó una línea de luz que iba directo hacia el cuerpo de Jin, el cual comenzó a elevarse y a brillar con todos los colores que tenían los diferentes colgantes.

  Tomohisa se encontraba a un costado para no intervenir.

  Algo comenzó a formarse al lado de cuerpo de Jin. Otro cuerpo y las luces comenzaron a apuntar hacia ese cuerpo que poco a poco se estaba formado.

-¡Está funcionando!- exclamó Tomohisa para que Nobuyuki lo supiera ya que aún seguía hablando y con los ojos cerrados.

  Una luz oscura comenzó a salir tambien del colgante que Nobuyuki tenía en su cuello apuntando sobre el cuerpo que se estaba formando a su lado.

  Poco a poco el cuerpo comenzó a tomar forma de una joven mujer de cabellos castaños largos, y completamente desnuda.

  Toda luz comenzó a desvanecerse mientras el cuerpo de Jin volvía a quedar acostado y el cuerpo de la mujer comenzaba a reaccionar.

  Vieron que la mujer movió una de sus manos.

-Tomohisa- le ordenó Nobuyuki y este entendió sin siquiera escuchar lo que Nobuyuki le iba a pedir.

  Desapareció y al segundo volvió a aparecer con una manta blanca en sus manos. Se la entregó a Nobuyuki y este comenzó a colocarse al costado de la mesa de piedra y a un costado del cuerpo de la mujer.

  La mujer abrió los ojos y miró hacia un costado, viendo así a Nobuyuki. Sonrió y lentamente y con su ayuda, se sentó.

-Yuki- dijo con una sonrisa en sus labios y este le entregó el vestido blanco que Tomohisa le había dado segundos antes.

  Se lo puso y luego tomó entre sus manos el rostro de Nobuyuki. Lo beso y luego no quitó su mirada de sus ojos carmín.

-Te extrañaba.

-Y yo a ti Sorato- le dijo devolviéndole la sonrisa.

  La mujer desvió su mirada hacia Jin, quien aún seguía inconsciente.

-¿Se despertará?- preguntó señalándolo.

-No lo sé.

-Bueno- comenzó y sacó de detrás del pantalón de Nobuyuki una daga que siempre llevaba con él- Así nos cercioramos de que no despertará- comentó para luego clavarla en el pecho de Jin.

  Nobuyuki ni se mosqueó ante aquel acto, al igual que Tomohisa.

-¡Hay que darles la noticia a los demás!- exclamó feliz la mujer luego de entregarle la daga a Nobuyuki completamente bañada de la sangre de Jin.

-Así es- le dijo Nobuyuki y la tomó entre sus brazos para luego desaparecer con ella, mientras Tomohisa se quedó allí haciendo lo que Nobuyuki le había ordenado anteriormente sin que Sorato se enterara.

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Aclaro! No enloquecí XD jajajaajajajajajajajaja