Cuando Jin fue a cenar al gran comedor junto con Sakura, Nagatora se quedó fuera, ya que ningún familiar tenía permitido ingresar a aquella habitación. Decidió entonces, caminar un rato por el sendero que tenía el bosque para ver si no veía ningún enemigo cerca o algún que otro tonto caminando por aquellas horas en un lugar que le era prohibido a los estudiantes.
No se encontró con nadie y ya se estaba cansado de tanto paseo sin sentido. Además sabía que Jin en poco tiempo saldría del lugar para poder dirigirse a los dormitorios y dormir.
Se volteó, sin percatarse de la presencia que se encontraba detrás de él, la cual lo sobresaltó. Una joven con cabellos rojo apagado y ojos violetas se encontraba frente a él con solo una remera de mangas cortas puesta y unos jeans que no parecían para nada abrigados.
-¡Nanami! ¿Qué haces aquí?- le preguntó Nagatora mientras poco a poco iba tomando su forma humana, ya que había estado todo el rato en su forma de un pequeño tigre- ¡Casi me matas de un susto!- se quejó y la joven se apoyó contra el tronco de un árbol y se encogió de hombros sin interesarle si lo había asustado o no.
-Nobuyuki me envió. Dice que prefiere que los dos nos quedemos protegiéndolo que solo tú.
-¿No confía en mí?- preguntó algo decepcionado. Sabía que recordar cómo había muerto y que era lo que había sucedido antes de su muerte le costaría recordar, pero siempre había creído que Nobuyuki confiaba en él y en su poder para poder proteger a Jin sin necesidad de tener que ser ayudado por otro. Y además, de todos los familiares que él tenía, ¿por qué tenía que enviarla a ella que era con la que peor se llevaba?
Nanami siempre había sido un demonio alegre y Nagatora nunca había entendido porqué ambos chocaban siempre. Mientras que ella siempre sonreía para los demás, cuando lo miraba a él era como si quisiera asesinarlo con la mirada. ¿Qué había hecho para que ella lo odiara? ¿Acaso había hecho algo antes de morir que ella no podía perdonárselo?
-No es que no confía en ti- comenzó a decir Nanami mirando hacia el cielo estrellado que se alzaba sobre sus cabezas. Parecía que estaba inmersa en sus propios pensamientos y recuerdos. Estaba seria, pero no sería como siempre acostumbraba frente a él, que era con un algo de enojo y rencor, sino que era solo eso; seriedad- Solo que no confía en los que rodean a Jin y para eso prefiere tener a varios de nosotros vigilándolo que solo a uno a quien podrían vencer fácilmente.
-¿Quiénes más están?- preguntó comenzando a mirar hacia todos lados, percatándose de que no había nadie más rodeándoles- Nobuyuki no podrá mantenernos a todos con nuestras verdaderas formas con el contrato que hizo con Jin por ahora.
-Lo sabe y nosotros tambien, por eso nos podio que intentáramos mantenernos en nuestras formas humanas por lo menos, si Jin no corre peligro.
-¿Y por qué a mí no me dijo nada?
-Porque no tiene problema en que solo uno de nosotros tome su forma verdadera de vez en cuando.
-Pero eso es... injusto para ustedes.
-Siempre hemos sabido que prefieres estar en tu forma de tigre que en la humana y nosotros no tenemos problemas con nuestra forma humana, así que- se encogió de hombros- nos es lo mismo.
-¡Pero para Nobuyuki no lo es!- exclamó algo molesto porque nadie le había dicho nada.
Nanami no le contestó nada y siguió con su vista hacia el cielo, por lo que Nagatora decidió emprender su viaje de vuelta al edificio central para poder buscar a Jin con o sin ella.
Estaba molesto, y Nanami lo sabía por cómo iba caminando e iba quemando ligeramente el suelo debajo de sus pies, pero ella no podía decirle nada... como tampoco podía decirle el motivo de su "enojo" hacia él.
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Tachiagari [TERMINADA]
FantasyJin convencido de que nunca despertaria sus poderes, decidió vivir una vida normal, dejando de lado los problemas familiares que aquello significaba. Siempre lo habían señalado como la oveja negra de la familia, pero aun así, siguió con su vida. Has...