Tachiagari [TERMINADA]

Enfrentamiento

  Cuando logró abrir los ojos vio como la luz ya se colaba por las cortinas corridas. Sabía que era tarde y que se había perdido las clases de la mañana, pero sentía su cuerpo pesado y sin ganas de moverse de allí. Solo algo lo intrigaba ¿Qué había sucedido exactamente?

  Intentó pararse, pero unas manos en su pecho lo obligaron a volverse a acostar. Miró hacia la persona que le había impedido moverse y se sorprendió al no ver a Nagatora por allí, como tampoco a nadie que conociera.

-¿Quién eres?- le preguntó a la joven que tenía las puntas de sus cabellos de un rosa algo pálido, mientras que la otra parte la tenía de un castaño oscuro casi llegando a negro. Sus ojos eran algo extraño para él, de un color rojo, pero no tan intenso como los de Nobuyuki, sino que se podría llegar a decir que eran bordo.

-Mi nombre es Kohana- le contestó con una leve sonrisa mientras seguía con sus manos sobre su pecho- Soy un familiar de Nobuyuki.

-¿Por qué tienes tus manos todavía en mi pecho?- le preguntó y trató de mirar, pero unas manos sobre su cabeza se lo impidieron, obligándolo a mirar hacia aquella persona que tampoco conocía.

  Tenía unos tatuajes extraños por todos sus brazos, el cabello corto de color rubio y los ojos de un negro penetrante. Estaba toda vestida de negro y Jin hubiese dicho que era un hombre si no le hubiese visto vestida femeninamente.

-¿Quién eres tú?- preguntó sorprendido tambien porque a ella tampoco la conocía.

-Soy Akane. Tambien soy familiar de Nobuyuki y te estamos curando de lo que sucedió ayer. Estamos intentando hacer un refuerzo en tu sistema para que las sombras no se vuelvan a apoderar de tu cuerpo- le contestó tambien sin sacar sus manos de su frente.

-Si quieres puedes seguir durmiendo durante un rato. A nosotras nos falta para terminar y no te podrás mover hasta entonces.

-¿Dónde está Nobuyuki?- les preguntó y vio cómo se miraban entre ellas para ver si le diría.

-Está con Nagatora... discutiendo- le contestó Kohana.

-¿Dónde está?- preguntó intentando levantarse para poder ir a hablar  con ambos, pero las manos de ambas jóvenes sobre su cuerpo eran fuertes.

-No te podrás mover hasta que terminemos te dije- le dijo Akane mirándolo con cara de pocos amigos- Da gracias que Nanami se dio cuenta mientras hacía su guardia por fuera, porque si hubiese sido por Nagatora ahora estarías tres metros bajo tierra como tu hermano.

-¡Akane!- exclamó Kohana al percatarse de rostro que Jin había puesto al escuchar nombrar a su hermano y a su muerte.

  Desde que había llegado allí no había pensado un solo segundo en él. Se sintió fatal por ello. ¿Cómo había podido olvidarlo tan rápido? ¿Cómo se había olvidado de él luego de todo lo que habían compartido como hermanos?

  Sintió como los parpados comenzaban a pesarle y antes de caer profundamente en su sueño vio en el umbral de la ventana a un pájaro blanco con las alas rosas y con una cola lo bastante larga como para que siguiera hacia debajo de la ventana. ¿Quién era? Se preguntó y quiso preguntar, pero las palabras ya no le salían de los labios y sin poder evitarlo cayó en los brazos de Morfeo en un plácido y feliz sueño, donde él seguía siendo un chico normal; sus amigos eran normales; y su hermano seguía vivo.

  Un ruido como si estuvieran corriendo una silla lo sacó de su sueño y poco a poco comenzó a abrir los ojos.

-¿Qué...?- comenzó cuando vio a su compañero de cuarto sentándose frente a su escritorio.

-¡Oh!- exclamó y vio que dirigió su mirada hacia él, clavando sus oscuros ojos en él- ¿Te he despertado?

  No idiota, me despertó el silencio tuvo ganas de decirle, pero mejor no dijo nada y se sentó en la cama.