A Legend Between Two Worlds || Steve Rogers y Tu [EN EDICION]

×Light×

¿Dónde estoy?

¿Qué es este lugar?

Camine por un prado enorme, tenía una fantástica y fresca alfombra de pasto que lo hacía ver como una belleza inigualable.

-Esto es hermoso...-camine por el mismo pasto sintiendo una paz extrañamente familiar.

Era un lugar muy hermoso, con árboles verdosos y esponjados, nubes que recorrían el cielo con su hermoso andar.

-Llegaste muy pronto...-esa voz tan familiar, ese tono tan varonil.

Me gire de forma agresiva, mi albino y gélido compañero estaba detrás mía, vistiendo un traje blanco.

-Kai...-susurre su nombre sintiendo mis lágrimas salir. Sin dudarlo corrí a él, lo abrace y llore en su hombro, sentí sus manos rodear mi cintura.

-No debes estar aquí, lo sabes-su voz golpeo mi cuello haciéndome estremecer.

-¿De qué hablas?-me separe de él.

-Aun no es tiempo de que estés aquí, ailen-me tomo por los hombros, alzo la vista y miro a un punto muy fijo y sonrió.

-No entiendo...-me gire y al mirar sobre mi hombro el aire que contenía en mis pulmones salió de repente, mis lágrimas no tardaron en juntarse todas para salir de golpe.

-Hola, cariño-mi madre, era ella, estaba frente a mí a unos metros sosteniendo una canasta llena de flores.

-Mama...-mi voz sonó aguda y llena de sentimiento- ¡Mama!-corrí hacia ella, estiro sus brazos y al sentirla entre los míos no podía evitar comenzar a llorar. Sentía su caricia en mi cabello, suave y cálida.

-Mi niña... ¿Qué haces aquí?-dijo con voz suave y sonriente-No es el lugar para ti-me separe de ella y limpio mis lágrimas con su pulgar.

-Y-yo...-sorbí mi nariz y reaccione, ¿qué es este lugar exactamente?

Mire mi cuerpo y aun portaba la armadura.

-Derrotaste a Elder...-La voz rasposa de kai me hizo bajar la mirada-¿A qué costo...?-lo mire y mi madre me tomo de la mano. Me guio hasta un árbol muy alto.

Se colocó frente a mí y suspiro.

-¿Sacrificaste tu vida por todos esos humanos?-asentí, sentía que era un regaño, ella sonrió y tomo mi rostro entre sus manos.

-Sí, no tenía opción...-dije mirando el árbol y acariciando su tronco rasposo.

-Hija, estoy orgullosa de ti...-la mire y sonreí-Pero no es momento de darse por vencida-se acercó y tomo mis manos.

-Pero use todas mis fuerzas, madre-ella me sonrió con tristeza- además yo...-un llanto silencioso golpeo mi mente, gire mi vista a mis espaldas, no había nadie pero sentí algo cálido sobre el dorso de mi mano

Quiero despertar de esta pesadilla y ver que estas a mi lado sonriéndome.

Me gire por completo sintiendo la brisa cálida sobre mi rostro.

-No quiero que te rindas, ahora mismo está sumida en un sueño-su voz llego cerca de mí, estaba a mi lado-Tienes la decisión de volver o quedarte para siempre-baje la mirada aun escuchando esas suplicas, cerré mis ojos digiriendo lo que mi madre me está diciendo.

De forma automática a mi mente vino la imagen de Steve sentado al pie de mi cama, sosteniendo mi mano entre las suyas y su frente recargada en las mismas. Lloraba de forma silenciosa obligando a sus sollozos a quedarse donde debían.