Siempre detrás de ti. Naruto Fanfic.

Capítulo V: La noche más oscura.

Declaimer: Los personajes de Naruto NO son míos, pertenecen a Kshimoto, yo solo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento al lector.

Obito.

La preparatoria a la que asistían Hinata y Sakura estaba prácticamente vacía, los alumnos abandonaban las instalaciones poco a poco. Corrí en busca de Hinata hasta su salón, atento en cada pasillo por si de casualidad la veía. El salón estaba vacío, quise patear una de las bancas pero contuve mis impulsos. La llamé una vez más a su celular, esta vez contesto, con su suave pero temblorosa voz.

—Obito-kun.

—¿Dónde estás?— no quise sonar tan brusco, lamentablemente no lo conseguí. 

Otro sollozo y luego su linda voz— Estoy en la biblioteca.

—De acuerdo, dime a donde me debo dirigir.

—¿Dónde estás tú?

—En tu salón.

—Da vuelta a la derecha en el tercer pasillo.

Me colgó, seguí sus indicaciones y llegué a una puerta con un letrero que decía Biblioteca escrito con rotulador negro. Mire atrás de mi antes de mover la puerta que se abrió con un crujido. Los focos estaban apagados, excepto por la lámpara de una mesa, Hinata estaba sentada bajo la luz, apoyando su cara en la madera de la mesa. 

Tomé su hombro para llamar su atención, sus ojos estaban rojos de tanto llorar, apartó mi mano de un ligero golpe, como si mi toque le quemara o causara repulsión. 

—Tenemos que hablar— dije.

—¿Cuándo pensabas decirme?

La mire confundido— ¿Decirte que?

—Ya no me amas, probablemente nunca lo hiciste— se puso de pie para alejarse de mi— Eso cree Sasuke-kun.

—¿Y qué es lo que tú crees?— la tomé por sorpresa, sus lindos ojos perla me contemplaron por un largo rato— Te amo, probablemente más de lo que he amado a otra persona. 

—Obito-kun— murmuró.

—No debes dejar que alguien te haga creer lo contrario— agachó la cabeza, levanté su barbilla para que me viera, necesitaba que lo hiciera— Yo sería incapaz de traicionarte, sabes que Sakura tampoco lo haría. 

—L-lo siento.

Negué y deposite un cálido beso en su frente. De todas las chicas a las que había tratado, Hinata era la más inocente, eso representaba un problema porque terminaba por confiar en todos.  

—Esta bien— dejo que la abrazara, mis brazos rodearon su espalda. Ahora lloraba en mi pecho— Te amo.

—Yo también te amo Obito-kun.

Estuve acariciando su largo y sedoso cabello, ella limpiaba sus lágrimas con sus manos. Se separó de mi para buscar pañuelos en su mochila. Su falda estaba alzada, lo suficiente para que al inclinarse se notará la mitad de sus muslos, (y la licra que solía batallar en quitar).