XV.

1.5K 130 24
                                    

¿Por qué haces esto Rick? ¿Por que no apareciste antes? ¿Por qué me siento protegida cuando estoy a tu lado? ¿Por que cada que me ves y me dejas observar tu hermosa sonrisa siento un cosquilleo en el estomago? ¿Por qué ahora? ¿Por qué cuando en cualquier momento te puedo perder? ¿Y por qué no antes, cuando todo estaba bien?


Rick aún me observaba con una sonrisa en sus labios, mientras que yo esta vez me acercaba un tanto más a su rostro. Apegué su frente a la mía y moví mi cabeza negando suavemente, en gesto de caricia.

- Gracias.

Mis manos ahora se apoyaron en su pecho mientras las movía lentamente formando un circulo, al igual que ahora mantenía un tanto de distancia de su rostro. Él tomó aire para hablar pero de inmediato le interrumpí.

- Me dirás que no tengo que agradecer, pero si tengo mucho que agradecerte. Fuiste capaz de aceptar a una desconocida, me diste alojo, me salvaste cuando me pusiste a prueba y aún así no me echaste. Tuviste problemas con tu chica y... aún así, no me odiaste ni me echaste.

Su sonrisa ahora era leve, una de sus manos se quedó en mi cadera mientras que con la otra ponía mechones de mi cabello detrás de mi oreja. Aun que el cabello estuviera allí, el lo hacía igual.

- Y tú Rick "Sheriff" Grimes...

Dije ahora con mi voz un poco más fuerte y envolviendo con mis manos su cuello.

- No sé que estés planeando, no sé que pretendes, pero lo que ahora haces me está empezando a agradar y no está bien.

Fruncí mi ceño y este rió como si lo que dijera fuera un chiste.

- No seas idiota, ¡no te rías! me acabo de sincerar y tú te ríes.

Ahora alcé mis cejas pero no pude evitar soltar una leve carcajada, pues la risa de este era bastante pegajosa. Él con ambas manos tomó mi cintura y me apegó mas a él, sin que su risa se fuera del todo.

- No sabes hace cuanto me decían algo así. Y es muy cómico.

Sus ojos se achinaron y ahora soltó una risa más fuerte. Es un idiota... un idiota que me agrada y que me comienza a atraer con locura.

- Rick...

Negué con mi cabeza y le miré. Nuevamente esa boba sonrisa se posó en mis labios.

- Es broma, es broma.

Siguió hablando.

- No planeo nada, no pretendo nada... solo dejo que las cosas fluyan. ¿Y que mejor que con la chica que no dejé de pensar por varios meses? Dios _____ (tn), ¿sabes por qué te dejé aquí? ¿sabes por qué hice todo lo que hice?

Él ladeo su rostro esperando una respuesta de mi parte, a lo que yo nada más accioné negando con mi cabeza.

- Por qué enfrentaste a un hombre que era unas  ¿dos o tres veces tú? Ed era muy corpulento, si hasta a mi me costó empujarlo hasta el auto luego de que te fuiste. Si fuiste capaz de enfrentar a un hombre que era corpulento, ¿que te costaría enfrentar a todo lo que te venía por delante? Y así fue, sobreviviste SOLA y ahora mira donde estás. Luego de tanto esfuerzo siempre hay una recompensa. Y por algún motivo que aún no puedo descifrar... siento una necesidad de protegerte, siento la necesidad de apoyarte pase lo que pase y... pues eso.

Sentí el "Algo" que le faltó decir. Sus manos comenzaron a hacer una leve caricia en mi cintura y se acercaba a mi rostro cada vez más. Mis manos se ajustaron más a su cuello y relamí mis labios, observando los suyos.

- Tengo motivos para hacer esto, _____ (tn). Obviamente los tengo.

Habló Rick bajando el tono de  su voz a uno más ronco. Sonreí sin mostrar mi dentadura y ahora fui yo quien desafiante-mente me acerqué lo suficiente para rozar sus labios.

- Demuéstramelo entonces, Rick,

Nuestros labios rozaron apenas hablé y este sin decir siquiera "pío" tomó de mis piernas/trasero para sentarme en el pequeño mesón que anteriormente estaba sentada.

- ¿Estás segura que quieres que lo demuestre?

Su voz sonaba cada vez más seductora. Sonreí con malicia y asentí con mi cabeza mordiendo mi labio inferior, este lentamente comenzó a hacer un recorrido de mis piernas hasta mi cintura. Por primera vez sentía sus grandes y cálidas manos recorrer lentamente por mi cuerpo.

- Espera.

Frené en seco cuando un fuerte olor a quemado y una pequeña humareda salía de la olla la cuál hacíamos la salsa.

- Mierda, ¡la salsa!

Grité pero de inmediato solté una carcajada al ver la rápida acción de Rick que con un pañuelo intentaba quitar el humo. Él comenzó a reír de la misma manera que yo y ya cuando todo estaba más tranquilo lanzó ambas ollas al lavaplatos, este se acercó nuevamente a mi y ahora escondió su rostro en mi cuello aún con risa.

- ¿Que payaso se tragaron? y... ¿Ya andan de piromanos? Yo no les enseñé eso.

Habló Carol entrando a la cocina, al parecer venía con Ezekiel por el ruido desfasado de la puerta cerrarse.

- Fue culpa de Rick.

- Fue culpa de ____ (tn).

Dijimos al unisono. Ambos nos miramos frunciendo el ceño y nuevamente reímos. Y no, no era efecto del vino.

- ¡Que mierda de olor que hay aquí!

Ahora Ezekiel habló entrando en la habitación, pero de inmediato tapó su boca al ver a Rick presente.

- Tuvimos un inconveniente.

Dije entre risas por mientras que me bajaba de aquel mesón en el que estaba sentada. Rick se paró a un lado mío y guardó ambas manos en sus bolsillos.

- ¿Nos alimentarán?

Dijo este cuando miró ambas manos de Carol, quien tenía un plato enorme con comida. Ella asintió sin comprender la situación pero alzó su dedo indice, dejando el plato en una de sus manos.

- Ustedes luego lavarán esas ollas y... limpian la cocina. Por que vaya desastre.

Con Rick nos miramos y nuevamente nos reímos asintiendo. Carol y Ezekiel se acercaron hasta nosotros y comenzaron a servir en platos la comida, por mientras que yo llevaba algunas cosas a la mesa.

- No te saldrás con la tuya, ____ (tn).

Habló rick frunciendo su ceño mientras me ayudaba a poner los cubiertos.

- Eso ya lo veremos.

Murmuré al igual que él y fruncí mi ceño.

- Dios, ustedes parecen dos niños pequeños discutiendo.

Habló Ezekiel cuando se acercaba con los platos. Ahora todos nos reíamos, la confianza entre todos había aumentado. Ahora si me sentía como en casa.







La última horda. | Rick Grimes & Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora