Capítulo 35

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Capítulo dedicado a VizzyZak. ♥








Evan es aquel ser luminoso de entre la oscuridad.

Él es aquella mano que se extiende hacia a ti para ayudarte a levantarte cuando caes. Es la clase de chico que, con solo besarte, puede hacerte sentir que tocas el cielo con la punta de los dedos. Que puede transportarte a lugares increíbles donde todo se hace realidad. Donde no existe el dolor ni finales trágicos. Solo esa enigmática armonía y tranquilidad.

Es por ello que Elizabeth tuvo suerte de que se cruzara en su camino; él es su roca, su fortaleza, su refugio. Es todo aquello que significa protección, es aquel chico que te hace sentir amada. Que te ama con todo su ser y que, aunque comete errores como cualquier persona, hace todo lo posible por enmendarlo.

Él es el impulso de Elizabeth para salir de la oscuridad; la luz al final del túnel.

Evan es todo aquello que Elizabeth necesita y quiere: paz, tranquilidad, estabilidad y amor.

Y Elizabeth es todo aquello que Evan necesita y quiere.



🔱



El reencuentro con James, saber que es mejor amigo de Juliette y que Alanis trabaje como mesera en el lugar donde venimos a comer, es algo que no me esperaba. Qué cosas, ¿no?

No creí que en tan solo unos minutos todo se convertiría en esto: sorpresa y caos dentro de mi cabeza.

Nadie dice nada. Y hasta parece que las otras personas aquí en el lugar también se han quedado mudas por la expectativa. Pero solo es mi imaginación, porque cuando regreso al aquí y ahora, puedo escuchar el bullicio de las personas a nuestro alrededor, ajenas a lo que está pasando en esta mesa. Y soy plenamente consciente de que Alanis aún sigue aquí.

No digo nada, me limito a morder la parte interna de mi mejilla.

Realmente, no sé qué decir...

Escucho que otras dos bandejas son dejadas frente a mí —puedo deducir que es para Sebastián y Carol, quienes están sentados frente a mí.

Todo a mi alrededor irradia tensión, y puedo casi apostar porqué.

No quiero lucir sorprendida hasta la médula, pero sé que lo hago, y quiero golpearme por eso.

«Actúa normal, Elizabeth», me reprimo internamente.

Guau —susurra Alanis—, no creí que los encontraría por aquí.

—Ni yo tampoco —murmura Carol entre dientes.

—Pero es una agradable sorpresa —continúa diciendo Alanis, con una amabilidad que me sorprende. Casi puedo jurar que escucho la sonrisa en su rostro.

Estoy a punto de responder algo para quitar un poco de incomodidad al ambiente, pero una vez más, Carol me interrumpe.

—Ya lo creo —y por el tono de voz que utiliza sé que no le agrada para nada que ella esté aquí, pero está conteniendose por mí. Porque yo le dije que quería hacer una tregua con Alanis y no quería más problemas en mi vida.

Aunque no te pueda ver ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora