Capitulo 57: Nada es normal

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Vuelvo a subir el capítulo porque a muchas personas no les aparece.

Me remuevo en las sábanas de mi cama, sin poder conciliar el sueño. Toda la escena con Dylan y las cosas que me dijo se repiten una y otra vez en mi cabeza.

¡Deja de pensar en él, cielo! —Me regaño

Todo lo que me dijo, por alguna razón, me hizo sentir algo tan profundo e intenso en mí corazón. Por más que sabía que estaba excesivamente borracho, se sentía tan real.

Pero no lo fue, estaba borracho y todo lo que dijo fue bajo los efectos del alcohol. Y por mucho que exista el mito de que los borrachos dicen la verdad, nada me asegura realmente que lo que me dijo, sea su realidad.

Me remuevo por décima vez y  cierro mis ojos, obligándome a conciliar el sueño. Aunque es imposible que con los ojos cerrados, no piense en esas gemas grises que tanto me atormentan.



(...)


Corro a la entrada de la facultad por la tardanza que llevo a mi primera clase del día, mi despertador no sonó y fue Ross quién, como en los viejos tiempo, hizo de alarma.

Las zapatillas que elegí para colocarme no son las más indicadas para correr, de igual manera mi paso no disminuye.

Tropiezo con alguien y la fuerza del impacto hace que caiga sobre mi trasero debido a que venía corriendo

—Mierda— Dice la voz de Jake recogiendo alguna de las cosas que se le cayeron

—Hola rubio—Digo con una sonrisa en mi cara cuando lo veo, él siempre se desaparece, pero siempre me alegra verlo bien.

—Hola linda—Dice colocando sus ojos en mi por primera vez, la sonrisa que coloca en su rostro es amable y tímida— ¿Cómo estás hoy?

Miro el reloj en mi muñeca y hago una mueca

—Bien, pero voy tarde—Digo levantándome y el copia mi acción

—Supongo te veo luego—Dice asintiendo y yo repito su acción

Me acerco a él y le doy un pequeño beso en su mejilla como saludo y despedida, para luego salir corriendo de nuevo en dirección hacia el aula donde me toca.

Mi cuerpo se alerta al sentir una mirada, pero no tengo chance de mirar quién tiene sus ojos en mí.






— ¡Es demasiado aburrido! —Digo lanzando una papa frita de vuelta a mi plato—Sus clases son eternas.

Me quejo de mi profesor de matemáticas, Megan y Maya no me entienden ya que ellas no ven matemática como yo, pero Jake si, así que consigo su apoyo cuando nombro al tedioso maestro.

—Su voz es muy nasal y lenta—Dice Jake —Me suele estresar que tarde tanto en explicar algo debido a la lentitud en su voz. ¡No es ni siquiera anciano, para decir que es la edad!

Río ante su cara

—Y sin contar que siempre se enreda con alguna palabra—Ruedo los ojos al recordarlo y el rubio ríe.

—Ya entendimos que no les cae bien, pero no debemos darle tanta importancia y pasar nuestro almuerzo hablando de un profesor—Dice Megan comiendo

—Cierto—Digo restándole importancia con mi mano—Cuéntanos como te fue en la cena con tus suegros.

Mi sonrisa se engancha y la observo sonrojarse.

Amor y GuerraOnde histórias criam vida. Descubra agora