Capítulo 20: Fin de semana

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Sky's POV

Eran las cuatro de la tarde, estaba acomodando un pequeño bolso con las cosas que llevaría a casa de Maya.

Mi pequeña maleta se resumía en: Shorts cortos, bikinis, crop tops, vestidos cortos, entre otras cosas...

Para irme, me coloque un vestido floreado, que deja toda mi espalda descubierta y visible mi tatuaje. No me molestaría en ocultarlo, si iba a la piscina igualmente lo iban a ver. Suerte que Megan y Maya estaban conmigo cuando me lo hice, ellas son las escandalosas.

Maya, anteriormente había dicho que nos reuniéramos en su casa las seis, pero la impaciente, nos aviso que a las cinco nos quería allá.

Salí de casa sin despedirme de nadie ya que estaba sola, mis padres no han hecho acto de presencia y supongo que están en algún típico viaje de trabajo. Por otro lado, Ross, al enterarse de que me iba todo el fin de semana, decidió irse esos días a casa de su hermana para no quedarse sola.

Me subí a mi auto, me coloque mis lentes de sol y conduje hasta la casa de mi mejor amiga.

Al llegar, toque el claxon de mi auto para que saliera. No tuve que esperar mucho para cuando la vi salir. Iba vestida con un short de jeans y un crop top blanco. Su melena rubia suelta en ondas y sus ojos verdes tapados con lentes de sol.

Junto a ella, llevaba el bolso que utilizó como maleta. Abrí la cajuela para que lo dejara junto al mío y después del largo procedimiento ya que mi amiga es una lenta, subió a mi auto y conduje hacia casa de Maya.


La casa de Maya es inmensa, quizás no tanto como la mía, pero a diferencia de la de ella y Megan, es que en ambas se siente el calor de hogar. Algo que en mi grande y vacía casa no siento.

Sus padres, los de ambas, por mucho que trabajen para tener de todo, siempre encuentran un espacio para pasarlo con sus hijas. Creo que es lo único que envidio de mis amigas, sus padres.

Toque el timbre y a los segundos salió la que supongo es una de las señoras de servicio, lo digo por el uniforme que lleva. Se ve bastante joven, debe tener unos dos o tres años más que nosotras. Debe ser nueva, ya que siempre nos abre Samantha, una señora mas o menos de la misma edad de Ross. Cariñosa como mi nana.

—Hola, somos amigas de Maya—Dije amablemente, ella me sonrió y abrió más la puerta para que pudiéramos entrar.

—Claro, pasen señoritas—Dijo amablemente—La señorita Maya está en la piscina, las está esperando.

—No me digas señorita, casi que tenemos la misma edad—Hablé sonriéndole, le tendí mi mano para agregar:—Me llamo Sky

Ella la tomo tímidamente, seguro está acostumbrada a lidiar con ricachones que se creen el centro de universo.

—Julieta, estoy para lo que deseen.

—Yo soy Megan—Habló la rubia también dándole su mano—La maleducada de mi mejor amiga no me presentó.

Ambas reímos, Julieta nos guió hasta la piscina a pesar de que nosotras ya sabíamos el camino. Cuando llegamos, Maya estaba acostada tomando sol en esas típicas sillas de piscina y playa. No sé su nombre.

Cuando llegamos cerca de ella, a través de sus lentes de sol pude ver que tenía los ojos cerrados, así que me agache quedando a la altura de su oreja.

Amor y GuerraOnde histórias criam vida. Descubra agora