Capítulo 42

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—¡ Despierta !—un constante zamarreo me trae devuelta a la realidad.

Mi respiración es agitada, al inicio no comprendo lo que está ocurriendo hasta que la sonrisa de Ulem interviene en mi campo de visión.

Veo de reojo su brazalete que indica la hora y comprendo que es hora de entrenar.

Le pido que se vaya antes al campo de entrenamiento y yo le seguiré el paso en unos minutos.

Llegué a un trato con mis guardias para que no tocáramos lo ocurrido en los últimos en vivo.
Pese a que han pasado tres semanas de lo ocurrido, lo que sucedió dentro del primero ha repercutido para el resto del tiempo, marcando un antes y un después en mis pensamientos y acciones.

Ese día de urgencias me operaron, creo que es la primera cicatriz que cuesta tanto en quitar. Las demás son inexistentes o mejor dicho poco perceptibles a simple vista.

Mas no me importaba los daños físicos, esos son curables, en cambio los del corazón no tienen tratamiento.

Antes amaba dormir, era mi momento de paz, tenía la suerte de que al tener el sueño tan pesado no pasase por las pesadillas que Rizitos o cualquier engendro vive luego de asesinar a un humano.

Debía ser un episodio traumático para que mi conciencia formase imaginaciones, como ocurrió con el enfrentamiento de Adrián y Rizitos.

Las consecuencias de las palabras de la engendro fueron inevitables, en los campamentos la bomba fue menor a la de Oriente.

Nuca pensé en el poder que podía ejercer tal disturbio con la mención de un Dios dentro de un entrenamiento público.

No he hablado con Adrián desde el espisodio, creí que lo único que devolvería sentido a mi vida, sería escuchar sus palabras. Sin embargo, recibí un mensaje carente de emoción:

Recupérate pronto.
A.D

En ese momento recordé que yo soy la única que puede salvarse, no debo depender de nadie, tengo que ser independiente y mis problemas los resuelvo yo.

Desde ese día no volví a llamarle ni enviarle mensajes, me sentí traicionada.

Nos habíamos prometido estar ahí sin importar lo que ocurriese.

Aunque no puedo ser hipócrita, yo le pido algo que no hago por él. Mentir.

Siempre le he mentido, el no tiene idea de quién soy enrrealidad. ¿Engendro del Agua? Soy una Elemental, alguien que no controla un elemento, sino todos.
La supuesta mayor amenaza para los Reinos.

Decidí no entablar conversación con nadie más, excepto por lo estrictamente necesario. Las clases, entrenamiento y de vez en cuando les respondo las cartas a mis amigos.

Lo que resta del tiempo, lo paso en silencio, encerrada en este cuarto que se ha vuelto en mi nuevo refugio.

Intento no ver las noticias y apagué el brazalete luego del mensaje de Doskas. Los únicos encargados en recordarme que debo seguir en pie son mis guardaespaldas.

—Corre—ordena.

Esquivo el holograma de la lanza, pero me espera un cuchillo directo al corazón.

El sonido de alarma y luz roja se enciende.

—Game Over—se enoja Mirt.

—¡ Estoy muerta ! Ya entendí, apaga esa mierda—exclamo alzando las manos y fulminando las cámaras.

Retiro el traje especial de entrenamiento, tiró el arnés y los implementos de seguridad.
Arranco el elástico de mi cabello llevándome unos cuantos mechones en el proceso, el cuero cabelludo me arde y permite que mis sentidos no se concentran en lo realmente importante.

ZONA DE FALLAS: ENGENDROSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora