Capítulo 19

13.6K 1.1K 32
                                    

—¡ FUERA ! SE ACTIVARÁ EL GAS TÓXICO, TENÉIS DOS MINUTOS PARA LLEGAR A SUS CUARTOS—la voz del capitán provocó un inevitable torbellino de engendros.

Tiraron la puerta entre tanto forcejeo, esperé a que la mayoría saliera y recién me levanté del asiento. Amarré mi cabello en una coleta, limpié mi rostro con el dorso de mis manos, mantuve la vista en el suelo y caminé calculando lo que demoraré en llegar al cuarto.

Me siento como un muerto en vida, acabo de descubrir que esa chica era como yo, eso podría significar que no soy la única sobreviviente. Los genes siguieron transmitiéndose, pese al exterminio que hubo.

¿Cuántos más habrán por todo el mundo? Tal vez ellos sepan de mi origen, de mis padres, del lugar en el que realmente nací.

Adrián está convencido de que soy parte de su reino, pero desconoce mi verdadera categoría y eso seguirá así. Es cosa de recordar el alboroto que se armó cuando la chica mostró que podía manipular el Agua, para alejar cualquier idea estúpida de sinceridad.

Tuvieron que dejar de grabar, lo más probable es que los disturbios fueran demasiados, deben estar todos en shock, sin poder asimilar lo ocurrido, para nosotros ya es extraño la existencia de alguien capaz de manejar a su antojo cualquier elemento y está claro que la gran parte de engendros vive en total ignorancia del mundo exterior. Para los Orientales, que son libres y pueden formar parte de una comunidad, esto es una catástrofe, significa peligro.

Además se cuestionará la incompetencia de las autoridades, es extraño que no me percatara de las habilidades de la muchacha, eran obvias, poseía una especial rareza.

Era capaz de curarse, lograba permanecer en el Agua sin problemas de oxígeno, nosotros estamos diseñados para manejar y adaptarnos a todo tipo de hábitat, nunca lo hacemos como los demás que son de un solo elemento, sin embargo si entrenas llegas a un nivel más allá del básico.

A ella le faltó astucia y una fuente en la que apoyarse. Yo le debo muchísimo a la Directora Mayor, fue quien brindó ayuda a una pequeña desemparada y le enseñó a mostrar desplante en cualquier situación.

Aunque nada de esto valdrá si soy descubierta, tengo que irme al Oriente encubriendo mis habilidades y permanecer a la defensiva por el resto de mi vida.

Siento miedo, no estoy segura de nada, parece que todos saben que hago y dejo de hacer. Ya no es la primera en percatarse del "inexplicable" acercamiento de Adrián hacia mí, sin embargo nadie dirá que es el quién me busca, sino que yo seré inculpada.

Mis extremidades tiemblan a cada paso que doy, creí que todos ya estarían dentro de los cuartos, pero los rezagados parecen proponerse empujarme hasta al punto de provocar una caída.

Esquivó los últimos golpes y entro a la pieza aterrada, no sé que viene ahora. Antes creía que al terminar el entrenamiento público seríamos trasladados de inmediato al nuevo campamento, por lo menos eso fue lo que me explicó Doskas.

Pero con todo lo que ocurrió estamos a la deriva. Las butacas son ocupadas por pocos, no más de cinco, observo al costado de mi cama y veo el vacío en el colchón de Rizitos.

Necesito estar junto a el, estaba muy herido, no sé si le harán algo por lo de la joven elemental. En realidad no tendrían que hacerle nada malo, después de todo el fue quien la asesinó.

También me preocupa que pensará de las extrañas características de su presa. Creo que como engendros no podemos juzgar a nadie por físico ni categoría, en fin de cuentas nosotros somos los primeros excluidos de la sociedad moderna.

Lo que aún no comprendo es el motivo de exterminio de mi raza, no es como si saliera en un libro que fuese capaz de robar y comprender lo ocurrido en el pasado. La literatura está en su mayor parte censurada, son muy pocos los libros que quedan a mi alcance para sacar conclusiones o hipótesis que no me llevarán a nada concreto.

ZONA DE FALLAS: ENGENDROSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora