SHAKEN: Réplicas. (Parte II)

Capítulo 16

Camila sostuvo su teléfono móvil, por tercera vez, reuniendo el valor para hacer la llamada. Había sido un semana llena de pensamientos mientras estudiaba las cosas que Dinah le había dicho de Lauren. A pesar de todo, escuchaba la voz de Daryl en su cabeza, burlándose de ella acerca de cómo nada cambiaría, de cómo iba a regresar al mismo mundo jodido del que había salido. Podía sentirse como caía nuevamente en un estado de agitación. Dos meses atrás hubiese buscado una bebida y lo hubiese justificado por su ira. Ahora no tenía más remedio que hacerle frente.

La culpa de todo, como siempre, la tenía su inseguridad. Era fácil culpar ese rasgo transitorio de su infancia por los hogares de crianza, pero no tenía excusa de aferrarse a él a los 31 años. Sinuhe Cabello le había demostrado que valía la pena cuidar de ella y Lauren le había profesado su amor y devoción de cientos de formas distintas. En lugar de aceptar lo que Lauren le había dado con tanta libertad, había saboteado su relación con expectativas no realistas, convenciéndose de que Lauren no podría quererla siempre.

En la búsqueda de su minucioso inventario moral, el cuarto paso en su recuperación, Camila sabía los peligros de permitir que sus inseguridades gobernaran su vida. No podía dejar de lado, por arte de magia, su intrínseca ansiedad acerca de ser abandonada, pero podía aprender a confiar al saber que eso no iba a ser su final y que con la ayuda de su poder superior, sería lo suficientemente fuerte como para sobrevivir.

Armada con esa mínima confianza en sí misma, hizo una nueva revisión de sus sentimientos acerca de cómo Lauren tuvo que apartarla y como tuvo que dejarla caer. Tenía perfecto sentido que Lauren buscara ayuda una vez que las cosas se hubiesen salido de control. Ella no dejaba que los problemas languidecieran en el camino como lo hacía Camila.

La atenta vigilancia clandestina y ahora la declaración abierta de que ella quería que regresara a casa eran consistentes con la Lauren que conocía y amaba, mientras que la que ella había conjurado como una egoísta y distante había sido una extraña. Una invención de su cabeza.

Además de las revelaciones de Dinah y Normani, Camila había encontrado aún más razones en su programa de AA para volver a examinar lo que quería con Lauren. A pesar de su progreso con la superación del alcohol, su vida...que todavía incluía caminatas solitarias en la playa y una pequeña habitación en el motel Waterways... seguía siendo inmanejable. Su camino quedó claro en la reunión del paso jueves, donde habían hablado sobre hacer enmiendas con los que habían sido perjudicados por la conducta de un alcohólico. El líder del grupo les imploró que fuesen honestos consigo mismos y en ese momento, Camila se dio cuenta de todas las formas en las que había hecho daño a Lauren con su problema con la bebida. Le había escondido cosas durante semanas e incluso había permitido que asumiera la culpa cuando las cosas se habían salido de control. Aunque había expresado una disculpa poco convincente la primera vez que se vieron esa noche, nunca había enfrentado la noche vergonzosa cuando Lauren había salido herida.

En la playa, en vez de agradecer a Lauren por tomar acciones para ayudarla, había arremetido contra ella con furia. Por haberle obligado a ayudarse a sí misma, Lauren le había salvado tanto como Sinuhe lo había hecho cuando le dio un hogar. Ahora, recordando aquella conversación, se daba cuenta de las ojeras bajo sus ojos y de los pómulos marcados por la perdida de peso. La cuestión ya no era si podía perdonar a Lauren, era si Lauren podría perdonarla a ella.

Presionó el botón del teléfono de Lauren y se sorprendió cuando fue directamente al buzón de voz. Colgó y marcó el número de la casa. Después de cuatro timbrados, también entró al correo de voz y ella colgó. Lauren no solía trabajar los domingos, pero nada acerca de su vida era normal en estos días. A pesar de que había llamado directamente a la oficina de Lauren, contestó la recepcionista del fin de semana.