Capítulo 3

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Momentos como estos eran los favoritos de Camila. Era raro que se despertara antes que Lauren, pero cuando lo hacía, disfrutaba la oportunidad de observarla mientras dormía. Lauren había emigrado al centro de la cama durante la noche, retorciendo las mantas a su paso de forma que dejaba expuesta una cadera desnuda. Si este era como cualquier otro lunes, pronto despertaría en modo trabajo, los pliegues en su frente aparecerían inmediatamente como señal de que estaría pensando en la comercialización o las nóminas...y sonreiría porque le encantaba todo lo relacionado con el negocio de automóviles.

Esa era una de las cosas favoritas de Camila sobre Lauren, que disfrutaba su trabajo a fondo. Pero habían llegado a un acuerdo cuando se mudaron juntas, no dar por sentado el tiempo que compartirían en casa. Se esforzaban por no traer el trabajo a casa a menos que fuese absolutamente necesario, incluso si eso significaba quedarse hasta tarde en la oficina de vez en cuando.

Camila se sentía bien por cómo había progresado su relación.

En muchos sentidos, se comportaban como compañeras, cada una asumiendo la responsabilidad de ciertas cosas. Consciente de la aversión de Lauren por la cocina, habían acordado que ella se encargaría de la cocina y las compras. Lauren manejaba las finanzas del hogar que incluían pagarle a otra persona para que limpiara la casa, mantuviese la piscina y se encargase del cuidado del césped. Al principio Camila había estado en contra, sintiendo que esos lujos estaban más allá de sus posibilidades. Pero Lauren había pensado que era una tontería resistirse a la ayuda, insistiéndole a Camila que no estaba obligada a trabajar más para pagar una deuda sólo porque Lauren ganase más dinero. Llegaron a un acuerdo, de una vez por todas, con el problema de las finanzas dispares cuando Lauren sugirió sarcásticamente vender la casa y comprar algo más pequeño que ambas pudiesen permitirse.

Otra buena señal entre ellas era la facilidad con la que parecían hablar de las cosas. Lauren finalmente se había abierto acerca de su sexualidad y estaba aprendiendo a darle voz a sus deseos y necesidades sin sentirse avergonzada. Y por culpa de su nueva confianza en sí misma y la falta total de inhibición, se había convertido en la mejor amante que Camila hubiese tenido nunca. De lejos.

Según todos los indicios, Camila sentía que estaban avanzando hacia un compromiso, engranando sus vidas como si esperaran permanecer juntas para siempre. Con el tiempo, Lauren seguramente reconocería que su error anterior había sido elegir a Scott como pareja y no el matrimonio en sí.

Camila no tenía esos obstáculos. Se casaría con Lauren mañana mismo.

"Eso es correcto, una venta de Cinco de Mayo, dos fines de semana. Un camión doble tracción a todo color" Lauren habló secamente al altavoz, usando la jerga periodística para un anuncio de dos páginas.

Su padre se erguía en la puerta, esperando que ella terminara el pedido por teléfono.

"No, sólo lo habitual para este fin de semana. Haré que Brad le envíe el VINs (número de identificación del vehículo) esta tarde" Lauren le indicó a su padre que pasara "Gracias, Steve. Adiós"

"No puedo creer que todavía seas amable con ese imbécil. Fue un atrevimiento intentar ese truco contigo en San Diego"

"Pfft" agitó su mano en el aire. Le había contado a su familia toda la historia del presuntuoso atrevimiento de Steve French en el Hotel del Coronado, cuando reservó una habitación y champán con la remota posibilidad de que pudiese acostarse con él esa noche "Ya lo superé. Por suerte para Steve no le lancé a Camila al cuello. Le hubiese partido los dientes"

"Debiste pedir un nuevo representante"

"Eso fue personal. Esto son negocios. Además, hace un gran trabajo con nuestra cuenta, sobre todo desde esa cagada. Creo que trabaja más duro para nosotros de lo que solía hacerlo"

SHAKEN: Réplicas. (Parte II)Where stories live. Discover now