31- ¿Importa eso?

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•N•

Al escuchar eso me giré pero ella ya se había ido. Estaba subiendo las escaleras, podía escuchar sus pasos.

Terminé de fregar y subí dispuesto a hablar con ella. Llegué al final del pasillo. Allí estaba su habitación, tenía que hablar con ella, no podía rendirme ahora. Avancé suavemente para no meter ruido.

Su puerta estaba entreabierta. Eché un vistazo al interior. Allí estaba ella... Cambiándose. Sé que debería haberme retirado pero era difícil no mirar teniendo delante a una chica así. Ya tenía el pantalón ancho que utilizaba para estar en casa puesto pero aún le faltaba la camiseta. Cruzó las manos por delante de su cuerpo, agarró la camiseta y delicadamente se la quitó. Estaba de espaldas pero me conformaba con eso. A continuación cogió una camiseta de tirantes dejando parte del sujetador a la vista. Esperé un poco a que se sentase para realizar los deberes y llamé a la puerta.

-¿Puedo? -pregunté tímidamente.

-Adelante -respondió Pau.

Cerré la puerta al entrar.

-¿Te puedo preguntar una cosa? -dije sentándome su cama.

-Claro, dime -respondió sin levantar la vista del papel.

-¿Estabas despierta? -solté rápidamente.

- ¿Importa eso? -contestó mirándome y acercándose a mí.

-Así que... ¿Lo intentamos? -le dije mirando sus preciosos ojos.

Ella se sentó a mi lado.

-Creo que no vamos a poder intentarlo -dijo con miedo a estropear nuestra amistad.

Cogí aire pensando bien una respuesta. No quería perderla.

-Es verdad -dije- no vamos a intentarlo, vamos a conseguirlo.

Y tras decir eso, nuestros labios se fundieron en un cálido y apasionado beso que llevábamos esperando tanto tiempo.

•PAU•

No quería separarme, quería congelar el tiempo.

Atrapé con mis manos su cuello mientras él me agarraba de la cintura.

N se separó un poco y me susurró "te quiero" antes de volver a juntar sus labios con los míos.

•ALENA•

Ese "tranquila pequeña" de alguna manera me había tranquilizado. Tenía su brazo izquierdo rodeándome y le agarré su mano derecha con la mía. Así seguimos viendo la película, sin decir ninguna palabra, pero con el cuerpo lleno de emociones.

•ANSEL•

Me agarró la mano. Estaba fría pero me gustaba. De vez en cuando le miraba de reojo. Era preciosa. Y lo mejor de todo, era mía.

"Sueña conmigo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora