Capítulo 11

1.9K 217 138
                                    

Complicate - Olivia O'Brien

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Complicate - Olivia O'Brien

Observé como comenzó a fumar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Observé como comenzó a fumar. Y por extraño que parezca, sentía su mirada puesta en mí, mi mente..., de alguna forma podía recibir esa cantidad de mensajes que nuestras miradas conectadas enviaban.

«Él está aquí cuidándome, velando mi sueño.»

Estuve ahí de pie, no sé cuánto tiempo, pero cuando se terminó su cigarrillo, entendí que era momento de regresar a descansar. Y debo confesar que, inexplicablemente, me sentí más segura que nunca. Entonces si logré descansar.

A la mañana siguiente, en realidad rozando el mediodía, me levanté con mis energías un tanto recargadas. Me desperecé y, de inmediato, las imágenes de la madrugada llegaron a mi cabeza, fruncí el ceño, ¿eso en verdad había pasado?, ¿él en realidad había estado afuera vigilando? Mi ceño se acentuó otro poco, me encontraba muy confundida, no obstante, creí que toda esa confusión se debía a mi estado, un tanto, aletargado debido a las largas horas de sueño, pero mi mente tenía una viva y clara imagen de Sombra en las afueras de mi casa. Me levanté con cuidado pues el dolor aún seguía presente, caminé descalza hasta el balcón y este estaba entre abierto, lo cual me hizo reconocer que todo había pasado y que no había sido un sueño. Sin embargo, al asomar la cabeza, el lugar donde, horas antes, él había estado, se encontraba vacío. Y tan pronto mi mente lo registró, la tristeza me invadió, pero me obligué a guardar ese sentimiento, porque de todas formas, ¿qué esperaba?, ¿qué estuviera todavía a las afueras de mi casa?

Varios minutos después, escuché como las bisagras de la puerta de mi habitación chillaban de una forma apenas audible, me acerqué corriendo a mi cama —porque sabía que si me encontraban levantada y deambulando por mi habitación, iban a regañarme—, y comencé a fingir que estaba desperezándome.

Luego de un par de segundos entró mi mamá, quién al ver que estaba por levantarme, como intuía, me envió de nuevo a acostarme. Detrás de ella le seguían mi abuelo, Brandon y Camille, así como, Charles quién traía una bandeja con comida. Y en todo el rato que estuvieron conmigo —velando que me comiera absolutamente todo y tampoco era que no tuviera hambre, sino, todo lo contrario—, la pasamos riendo y ninguno tocó el tema, lo cual agradecí con demasía.

Contigo, nada más © [Pronto en Amazon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora