Capítulo 36 (parte 2)"últimos capítulos"

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—¿Te preguntó si querías ser su novia? —quiso saber.

Entonces la sonrisa de Ángela comenzó a desaparecer lentamente. En ningún momento habían hablado de noviazgo y ella lo veía como algo muy... ¿apresurado? Lo amaba, claro que si. Pero ambos acababan de salir de sus respectivas relaciones. Aunque eso no les impidió hacer lo que habían hecho. Y una parte de ella quería agarrar y gritar: SI, SOY LA NOVIA DE AGUSTÍN.

—No, no me lo preguntó —murmuró al fin.

—¿Cómo que no? ¡Hicieron el amor, tuvo que habértelo dicho!

—Estuvimos muy ocupados como para pensar en eso, Rena.

—Eres tan pervertida —aseguró. Ella rió y se puso de pie.

—Voy a bañarme...

La puerta de su habitación sonó. Ángela se detuvo y se encaminó hacia la puerta. La abrió y se sorprendió de ver a su padre allí parado.

—Papá, deberías estar en la cama.

—Lo sé, hija —dijo él —Pero necesito que hablemos... Debes volver a la ciudad hoy mismo.

Ella lo miró espantada.

—¿Qué? —preguntó.

—Te juro que intenté hacerlo todo desde aquí, pero se me está haciendo imposible. Tienes que ir a hacerte cargo de la empresa en la ciudad, por lo menos por unos meses... hasta que pueda venderla.

—¿Vas a vender la empresa? —dijo confundida.

—¿De qué me perdí? —preguntó Renato asomándose por detrás de Ángela —¿Cómo que vas a vender la empresa, Marcelito?

—Lourdes aceptó casarse conmigo —dijo así sin más —Y he decidido vender la empresa de la ciudad para poner una aquí, en el pueblo y comenzar a manejar todo desde el lugar al que realmente pertenezco.

Ángela procesaba cada palabra que su padre había dicho. Volver a la ciudad, casamiento, vivir en el campo... ¿Y ella? ¿Y ella en dónde quedaba en todo eso? Pero sabía que debía hacerlo. El médico había sido claro con respecto a los cuidados que Marcelo necesitaba. Y ella tenía que cumplir con lo que había dicho.

Pero, ¿tenía que ser justo ahora? Justo ahora que se había reencontrado con el amor y que se había entregado completamente a el. ¿Cómo tomaría Agus aquello?

—¿Cuándo tendría que irme? —preguntó ella en un susurro.

—Te saqué un boleto para hoy a la tarde... mañana ya estarás en la ciudad y comenzaras con las ventas. Calculo que todo estará listo en cinco meses y podrás irte a donde quieras, hija mía. Incluso traer tu vida aquí...

¿Cinco meses? ¿Cinco meses alejada del campo, de White y principalmente de Agustín? ¿Cómo podría ella soportarlo?

—¿Y Renato? —preguntó por su amigo.

—Saqué un pasaje para él también, aunque no sabía si quería viajar...

—Sisi, me voy con ella —asintió el rubio.

—Está bien —murmuró.

—Ángela, si no quieres hacerlo, hija, voy yo...

—¡No, no! —se apresuró a decir —Claro que no... yo voy a ir y me haré cargo de todo. Claro que te mantendré informado y te pediré tus consejos.

Marcelo sonrió y acarició su mejilla.

—Puedes decirle a alguien especial que vaya contigo...

—¿Qué? —dijo ella sorprendida. Él sonrió.

—Me refiero a Agustín...

—¿Puedo hacerlo? —preguntó asombrada.

—Si él quiere irse, claro que si...

Ángela asintió y se puso a pensar en aquello. Tal vez no todo era tan malo. Si, le diría a Agustín que fuera con ella a la ciudad.

Acá está la segunda parte, espero que les guste mucho y quiero que comenten sus suposiciones de que pasará con este giró en casi en el final de esta novela, bueno, sin más que decir, nos vemos en el próximo capítulo.

Wild Horses-Adaptada-Angestín.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora