Él se fue dejándole todo el peso de su infierno a ella sobre sus hombros.
Él se fue despertando al demonio que ella llevaba mucho tiempo guardado en su interior.
El rey ya no está y ella tomó su lugar.
❝-Soy la reina de todo y todos. El que me de...
-¿Por qué nos tenemos que tatuar después de casarnos, Jason?. -pregunto mirando a mi futuro esposo.
-Porque así tenemos un anillo y un tatuaje. ¡Y el tatuaje no se puede quitar fácilmente!. -dice feliz mirándome.
-Ah, bueno. -comenta Ashton mientras me arregla el cabello. -Hay que admitir que es ingenioso.
-¡Sí!. -exclama feliz mi novio colocándose la corbata negra.
-¿Ingenioso?. -pregunto y río.
-Y sí, pensá. -dice Ashton. -Si se llegan a divorciar, el anillo se lo sacan pero el tatuaje queda y, de alguna manera, siguen juntos. -explica feliz. Suelto una carcajada.
-Tengo que admitir que sí es ingenioso. -digo dándome por vencida.
-Aunque, nosotros no nos vamos a divorciar. -dice Jason muy seguro de sus palabras. Me encojo de hombros y asiento. -¿Quién está vistiendo a nuestros hijos?. -pregunta mirándome con el ceño fruncido.
-Amedeo y Donatella. -contesto.
-¡Vamos a colocarte el vestido!. -dice Ashton más emocionado que yo. -¡Fuera, Gangardi!. -dice echando a mi novio.
-¡Te espero en el altar!. -grita antes de que mi amigo le cierre la puerta en la cara. Suelto una carcajada.
(...)
Mi hermano me espera en la puerta principal de mi casa, vistiendo un hermoso traje negro. Me ve y sonríe, saca un pañuelo de su bolsillo delantero para secarse las lágrimas. Voy hacia él a paso apresurado para fundirme en un hermoso y profundo abrazo con Amedeo.
-Papá estaría muy orgulloso de vos. -comenta mirándome para luego besar mi mejilla.
-Me vas a hacer llorar, hermano. -digo y río nerviosamente.
-Vamos. -dice colocando su brazo en forma de jarra para que pase el mío por el medio. Así lo hago y salimos rumbo a la limusina que nos espera al frente de mi casa. Me abre la puerta del vehículo y me siento con ayuda de él y Ashton.
(...)
-¡Quedate ahí y Amedeo, salí del medio!. -exclama Ashton. -¡Mirame!. -dice, lo hago y saca la foto, ya que es él el encargado de sacar las fotos en mi boda.
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-¡Perfecto!. -dice y viene corriendo hacia nosotros. -Entro yo y luego ustedes, ¿sí?. -con mi hermano asentimos y Ashton se va para entrar a la iglesia.
-¿No crees que es un poco irónico que todos nosotros entremos a una iglesia?. -pregunta mi hermano. Lo miro con el ceño fruncido. -Digo, hemos matado más gente de lo que permite la biblia.
-La biblia no permite que matemos gente. -digo.
-¡Exacto!. -exclama y reímos.
Mis nervios están a flor de pie. Estamos esperando a que suene la típica música de casamiento para poder entrar. Cada vez voy agarrando el brazo de mi hermano más fuerte.
