Capítulo 32.

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Agostino's POV.

-¡Adrienna!. -gritamos al unísono con mi gemelo al abrir la puerta principal de la casa.

-¿Por qué tanta felicidad?. -pregunta Angelo sentado en el mismo lugar desde que nos fuimos.

Lo miramos con el ceño fruncido, ¿no hizo otra cosa en todo el día?.  Suspiro resignado. Le falta motivación o alguien que esté detrás de él. ¡JÁ! ¿Quién lo va a hacer? hay cosas mejores para hacer que estar detrás de él.
Iba a cerrar la puerta pero algo no me deja o mejor dicho un idiota.

-Salgan del medio gemelos. -dice Jason empujándonos y pasando.

Después del que idiota de Gangardi 2 nos empuja por querer pasar, gritar el nombre de su hermano con todas sus fuerzas y subir las escaleras de dos en dos entra Enzzo pidiendo permiso, por lo menos queda gente con modales. Frunzo el ceño y miro enseguida a Angelo.

-¿Vos no tenías que estar entrenando a Stefano?. -le pregunto con un poco de mal humor.

La respuesta que obtengo hace que mi sangre hierva. ¿Cómo osa en encogerse de hombros y seguir mirando el celular cuándo le pregunté algo?.
Me encamino enseguida hacia Angelo con pasos firmes y mi mirada fija en él. Al estar frente agarro su celular y lo tiro lejos haciendo que se rompa al caer y haga un ruido feo.

-¿Qué mierd--

Me inclino para quedar cara a cara con él apoyándome en los posa brazos del sillón.

-No me contestes más así, vos tenías una orden que cumplir daba por mi hermana. Si no queres hacerlo más, andate. Pero solo hay una forma de salir y no voy a darte el honor de tenerla fácil.

Angelo me mira y su cara palidece un poco. Asiente sin apartar su vista de mí. Me aparto de él y vuelvo a enderezarme.

-Sabes que puedo ser muy bueno, pero no contradigas lo que te digo o te dicen mis hermanos. Menos a Adrienna.

-Sí, perdón. -se aclara la garganta. -Mandé a otro para que lo entrene.

-No lo vuelvas a hacer. -decimos al unísono con Amedeo. -¿Quién?. -pregunto.

-¿Quién.. qué?. -contesta con otra pregunta.

Idiota, idiota, idiota.

-¡¿Quién lo estuvo entrenando?!. -grita Amedeo viniendo hacia nosotros.

Mi hermano tiene cero por ciento de paciencia y lo entiendo. Angelo te la agota en un segundo.
Nuestro amigo se sobresalta por el grito de mi gemelo.

-Yo. -dice Camillo detrás mío.

Con Amedeo nos damos vuelta con el ceño fruncido y miramos a Camillo de arriba hacia abajo.

-¿Desde cuándo estás ahí?. -preguntamos.

El guardaespaldas más viejo de mi hermana rueda los ojos y suspira.

-Desde que entraron.

Me encojo de hombros y asiento. Pregunto dónde está mi hermana y me dicen que sigue hablando con James. ¿Tanto tienen que hablar? esto no me da buena espina. Trato de dejarlo pasar, no creo que sea nada malo. Mi hermana tiene que saber cómo se planeó y sucedió todo. Y que mejor saberlo por la boca de uno de los "creadores" de ese plan. Renatto podría haber dado más información pero mi hermana lo mató, así que se va a tener que conformar con solo escuchar la parte de ellos y puede que de nosotros pero no va a querer. Créanme, la conozco como a la palma de mi mano.
No puedo olvidarme, me carcome la duda. Tomo una gran respiración y me encamino hacia las escaleras. Siento pasos detrás mío, miro hacia atrás y es mi hermano, suelto una risita. Los dos juntos comenzamos a subir las escaleras y enseguida doblamos hacia la derecha agarrando el pasillo para ir a la oficina.
Antes de que podamos llegar aunque sea a la puerta, James sale de allí. Nos paramos en seco. Se ve que ya terminaron.

Adrienna. ©   (2º libro) - Editando. حيث تعيش القصص. اكتشف الآن