Capítulo 29.

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Jason's POV.

El viaje de vuelta a casa fue demasiado silencioso. Damien fue un gran hombre, no lo niego y nunca lo voy a hacer; antes de que conociera a Adrienna él ya estaba trabajando conmigo aunque no teníamos una relación amistosa, Damien solamente entrenaba a mis mejores hombres y se ganaba la vida con eso; nunca lo mandé a hacer alguna entrega o ir a buscar algún pedido. Cuando llegó la hermana menor de los gemelos la relación cambió.
Y si, digo "a casa" porque con James volvimos a vivir en nuestra vieja casa la cual se la dejamos a Adrienna quién es la dueña ahora.

-Anda a cambiarte. -ordena Agostino al cerrar la puerta principal.

Su hermana pasa por al lado de él rápidamente hasta llegar a las escaleras y subirlas de dos en dos. Luego de terminar de seguir a Adrienna con la mirada hasta perderla, miro a Agostino levantando una ceja y confundido. Él suspira y rueda los ojos.

-Adrienna te va a entrenar para mañana a la noche, idiota. -completa Amedeo.

Sonrío pícaramente.

-Saca esa sonrisa de idiota, vos concentrate en ganar. -comenta Itzae.

Suspiro pesadamente y ruedo los ojos.
No me agrada el ruso este y nunca lo va a hacer.

-¿Qué mierda seguís haciendo acá?. -pregunto de mal humor.

-Yo le pedí que se quedara porque me hace bien. -me responden de atrás.

Giro y veo a Adrienna parada con los brazos cruzados sobre su pecho y todo su peso apoyado en una de sus piernas.
Quedo hipnotizado por la belleza que emana de esa mujer. ¿Cómo fui tan idiota en dejarla ir?.
Tiene puesto un conjunto de chandal rosa pastel y se le ve la marca de su corpiño deportivo. En pocas palabras, está perfecta.

Ahora me doy cuenta que con la llegada de ella, todos se quedaron callados y mirándola, ¡Hasta mi hermano!

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Ahora me doy cuenta que con la llegada de ella, todos se quedaron callados y mirándola, ¡Hasta mi hermano!.

-Tenes cinco minutos para cambiarte y volver acá así vamos a entrenar. -dice ella sería mirándome.

Asiento y me encamino hacia las escaleras; al pasar por al lado de ella, paso mi mano por adelante de su estómago y la poso en su cadera, la atraigo un poco más a mí y le doy un beso en la sien.

-Estás hermosa. -susurro en su oído.

Gira su cabeza para poder mirarme fijo, una pequeña sonrisa se posa en sus hermosos labios y sus mejillas toman un ligero color rosa. Sonrío mostrando los dientes y sigo mi camino hacia las escaleras para poder cambiarme.
Entro a la que se supone que es mi habitación ya que la que sí era la mía la está ocupando Adrienna; se sorprenderían con lo grande que puede llegar a ser esta casa. Voy enseguida hacia mi armario y agarro una calza negra, un pantalón corto deportivo y una remera negra deportiva; al terminar de colocarme las prendas salgo apurado de mi habitación; por las dudas.

Adrienna. ©   (2º libro) - Editando. Where stories live. Discover now