Capítulo 18.

4.5K 298 63
                                    

Adrienna's POV

Luego del comunicado que di desde las escaleras a mis hombres, subí de vuelta, me encaminé hacia mi habitación y me encerré acá hace media hora.
Antes de irme les dejé bien en claro que no quiero que nadie me moleste.

¿Cómo se les ocurre hacer eso a los Gangardi?. Creí que eran más inteligentes para hacer algo así. Creí conocerlos, pero nunca se llega a conocer bien a una persona y ellos son la mismísima caja de Pandora.

¿Cómo estarán? ¿Vivirán bien? ¿Dónde vivirán? ¿Jason? ¿James? ¿Atilio? ¿Ya me habrán olvidado? Porque yo no lo hice y ahora que sé que están vivos me da un poco de esperanza de volverlos a ver. Pero no puedo.
Me están tomando el pelo paseándose por MIS almacenes y hablando con los sicarios de mis hombres. Y eso no lo voy a permitir.

Ahora, más que amor hacia ellos siento bronca, repulsión e impotencia.

No niego que los extraño más que a nada, pero no me puedo mostrar débil en frente de nadie.
Menos ahora, por el puesto en el que estoy.

La puerta abriéndose y cerrándose de golpe me saca de mis pensamientos. Miro hacia esa dirección y veo a Stefano entrando y encaminándose hacia mí.

-¿Qué estás hacien--

Me interrumpe besándome.

Si así me va a empezar a interrumpir, que lo haga más seguido.

Le sigo el beso.

-Dios, cuánto te extrañé. -dice cortando el beso.

Sonrío y el también.
Me agarra de la cintura y me pega más a él. Me mira fijo a los ojos y me pierdo en los suyos. Dios, esa perfecta mezcla entre azul y gris me cautiva cada vez que los miro. Me muerdo el labio por inercia y la sonrisa de Stefano se ensancha más.

Su manos bajan hasta mis glúteos y las deja ahí mientras me sigue besando. Las mías viajan por su cuello y se posan en su nuca; lo atraigo más haciendo más profundo el beso.

-Adrienna, necesita... ba.

Me separo enseguida de Stefano al escuchar la voz de Alessio. Lo quedo mirando fijo y un sentimiento de pánico me invade enseguida al ver a los hermanos Gangardi, primos de Jason y James, parados en el umbral de la puerta.

-¿Qué necesitabas?. -pregunta Stefano.

Alessandro lo fulmina con la mirada, me mira a mí y sus ojos bajan a mi cintura. Bajo la mirada y veo el brazo de Stefano rodeándome. Sonrío.

-Venía a pedirle algo a Adrienna, no a vos. -contesta Alessio mirándolo.

-¿Qué necesitabas?. -pregunto yo con una voz dulce y sonriente.

Él posa sus ojos sobre mí y sonríe.

-Después te digo, ángel. -dice muy sonriente.

Los hermanos dan media vuelta y se van cerrando la puerta.
Me quedo mirando fijo y con el ceño fruncido donde acaban de salir.

Ángel... ángel... ángel... ángel...

Mis ojos se abren grandes y me encamino hacia mi puerta a pasos firmes, la abro y salgo de mi habitación como alma que se la lleva el diablo.

Los busco con la mirada y veo que están bajando las escaleras. Me encamino hacia estas y me paro dejándome a la vista de todos.

Adrienna. ©   (2º libro) - Editando. Where stories live. Discover now