V E I N T I U N O

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    Robb Stark había aclamado como Rey en el Norte, los vasallos que antes eran de su padre le juraron lealtad a él, a su primogénito. Skylar no podía estar más orgullosa, para ella a Robb le quedaba el título como Rey, pero no sabía si haría de lado su honor para tener un mejor reinado.

    La pelinegra entró a la carpa del Stark luciendo una sonrisa ladeada. Para su suerte solo estaba él viendo un mapa.

    —¿Algo le preocupa, mi rey? —preguntó acercándose con cautela a la mesa. Robb alzó la cabeza observandola con sus ojos celestes, hizo un ademán de levantarse, pero la Krane levantó levemente su mano deteniendolo—. No hace falta, Robb.

    —Rey en el Norte —el joven se volvió a sentar en la silla. Skylar se sentó al lado de él observandolo con sus ojos impares—. El Norte no ha tenido un rey desde hace siglos.

    —Ya es hora de que tenga uno nuevo, los dragones cayeron, pero quedan los leones, y como dicen ustedes los Stark; se acerca el invierno. Un león no puede sobrevivir un invierno, pero un lobo si —Skylar elevó sus comisuras en una sonrisa, posó su mano arriba de la de Robb apretandola.

    —Mi padre salía decirme que un lobo solitario muere, pero la manada sobrevive.

    —Más razón para buscar a tus hermanas y volver a Invernalia, ¿no crees?

    —¿Volverás conmigo, mi lady? —Robb Stark no apartaba la vista de ella.

    Skylar bajó la mirada pensativa. ¿Volvería con él? Ella pensaba reencontrarse con su hermano y salir de Poniente, no quería alejarse del Stark, pero debía. Robb Stark no le pertenecía, estaba prometido a una Frey, no podía entrometerse en ese camino. Se prometió a si misma hacer que Stark cumpliera su juramento, y eso haría.

    —Estaré para tu boda, después supongo que me iré —el rostro del Stark se contrajo en una mueca, ella lo notó—. Te vas a casar con esa Frey, y voy a estar allí para saber que has complido tu juramento, seguido de eso...

    —Te irás, entendí la primera vez -se levantó dándole la espalda—. Quiero darte algo, Sky.

    Extendió su mano hacia ella, quien no dudo en tomarla con confianza. A paso seguro se acercó hasta quedar al lado de él, al frente de ellos se encontraba un cofre negro con detalles dorados. Skylar arqueó la ceja mirando al Stark.

    —¿Se supone que debo abrirlo? —la joven miro a Robb, este rió y asintió—. ¿Por qué ocultas tanto las cosas?

    —Es una sorpresa —colocó su mano en su espalda baja y le dio un empujón acercandola al cofre.

    La Krane se agachó afincandose en sus rodillas, se quitó los guantes y tocó la madera pintada con las yemas de sus dedos, elevó la tapa haciendo que caiga hacia atrás. Lo que observó la dejó tan estupefacta que olvido como olvidar por un momento. Era una armadura, negra como el carbón con un fénix en el medio de esta con colores como rojo, anaranjado y amarillo. Tomó el yelmo en sus manos, era igual de negro, tenía unas alas de los mismos tres colores del Fénix. Era tan parecida a la armadura que se encontraba en su hogar, aquella que nadie más habia utilizado. Aún con el yelmo en sus manos se giró posando su vista en el Stark.

    —¿Cómo? —eso fue lo único que salió de sus labios. Robb se agachó al lado de ella y le sonrió.

    —Mikken me dijo que habías mandado a hacer una armadura, estabas en Fuerte Terror para ese entonces —explicó con su vista en ella—. No sabía porque la habías hecho, pero aun así la traje, no pensé que la necesitarías porque te dije que no pelearías, pero... ¿Sangre en tu capa? ¿Heridas repentinas? ¿Esa leve cojera?

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⏰ Last updated: Oct 13, 2018 ⏰

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PHOENIX ➢ Robb StarkWhere stories live. Discover now