D I E Z

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INVERNALIA

  Paso una mano por el arco de madera, sintiendo el frío en sus dedos.

  —Un arco de hierro pesaría mucho, mi Lady —le dijo Mikken,  pero ella negó—. ¿Segura que quiere eso? Es un arco muy hermoso.

  —Necesito reforzarlo, no quiero que se quiebre —explicó, y miro al herrero—. También necesito otra cosa, aparte de que refuerce el arco.

  —Lo que necesite —respondió.

  Sky sonrío, y saco unos papeles envueltos en sus ropajes para extenderlo por la mesa dejando ver un dibujo de un traje, específicamente, una armadura. Era hermosa, aunque solo estaba dibujada. Ella la miro con admiración, la había intentado hacer como recordaba que era la armadura que usaría cuando se convirtiera en guerrera, aquella armadura que había estado guardada desde hace años porque más ninguna persona la utilizo y que ahora estaba en la Isla del Fénix, y ya no la podría utilizar. Advirtió que Mikken la estaba  viendo impresionado, sabía que ere impresionante que ella pidiera una armadura, pero sentía que su impresión era más por lo hermosa que había quedado.

  —¿La hizo usted, Lady Skylar?—pregunto, paso su mano por el papel remarcando las finas lineas del dibujo. Ella hizo una breve mueca por el "Lady".

  —Si, aunque ahora no me acuerdo muy bien como era la armadura que quería —suspiro. Extrañaba su hogar—, pero me quedo bien.

  —¿Cómo la quiere? —se le hizo extraño que Mikken no preguntara por qué la quería.

  —Eso lo hablaremos otro día, solo quiero que tenga en cuenta que quiero una armadura como esta —le sonrío, y él le correspondió la sonrisa.

  —Está bien, Lady...

  —Gracias, Mikken, en serio —le corto para que no dijera su nombre, entonces se giro para salir de la herrería.

  Caminar por Invernalia no era algo que le gustaba mucho, muchas personas se le quedaban viendo como si fuera un bicho raro, y eso solo se debía al color de sus ojos, muchos cuando pasaban por al lado de ella susurraban cosas, algunas cosas la escuchaba, otras no. Lo que mejor escuchaba era: "Un monstruo. Un monstruo de ojos impares, eso es lo que es", algunas veces se reía de trato de las personas hacía ella solo por unos simples ojos, porque para ella solo eran ojos para ver, el color no le importaba. En ese momento se le paso por la mente aquellos, ojos celestes de Robb, y no pudo evitar sonreír.

  «Ojos son ojos, pero los de él tienen algo especial —entonces se dio cuenta de sus pensamientos, y movió la cabeza—. Parezco una chiquilla enamorada, que horror»

  Estaba tan hundida en sus pensamientos, que no se dio cuenta que unos hombres iban atrás de ella. Y para cuando se dio cuenta, ya estaba agarrada entre todos ellos y siendo llevada hacía un callejón, se movió bruscamente intentando zafarse, pero eran cuatro y muy fuertes, uno le puso una mano en la boca, pero Skylar en la desesperación lo mordió fuertemente, haciendo que sintiera el sabor metálico de la sangre. El hombre que mordió enseguida aparto su mano, y la empujo lejos de él para luego patearle la espalda, haciendo que caiga de boca.

  Sintió el dolor en su nariz cuando esta choco contra el piso de piedra, soltó un gemido y puso su mano izquierda en ella. De allí brotaba mucha sangre, el liquido tibio recorría sus manos con rapidez. La Krane se quiso levantar por sí sola, pero la tomaron del cabello y la pararon de una manera que pensaba que le dejarían sin cabello.

    —Un hombre pago mucho dinero por ti —informo un hombre, lo vio fijamente y supo que era un mercenario, le faltaba una oreja, y tenía los dientes chuecos. Pero no le importaba como se veía, le importaba lo que dijo, ¿quién habría pagado tanto dinero por ella?

PHOENIX ➢ Robb StarkWhere stories live. Discover now