PHOENIX ➢ Robb Stark

Q U I N C E

  El tiempo en Fuerte Terror para Skylar fue como si estuviera en uno de los siete infiernos. No porque siempre le sucedía algo, no. Si no por el simple hecho de que fue aburrido y tedioso. Los primeros días le interesaba mucho como era todo en ese escalofriante lugar, cómo Roose Bolton trabajaba y manejaba eso, cómo Mark Bolton solo se mantenía callado y hablaba solo cuando veía que era necesario, o cómo los trabajadores aguantaban ese lugar. Pero a lo largo de los días era simplemente, aburrido. No podía pasar por alto algunas cosas que le habían sucedido, pero ella prefirió olvidarlo.

  Recuerda cómo fue cuando se entero por medio de una carta que Bran había montado a caballo, supo que tenía una sonrisa algo triste tallada en su rostro. Pero esa fue la única linda noticia que le había llegado. Después solo fueron empeorando cada una.

   Eddard Stark siendo herido por Jaime Lannister fue algo que empeoro todo, pero el arresto de Lord Stark por traición después de la muerte del Rey Robert Baratheon. Eso, eso detono todo.

  Robb Stark llamo a sus vasallos, y Roose Bolton acudió al llamado. Skylar recordó cuando se entero de aquello.

  —¿Qué Robb a llamado a los vasallos? —le había preguntado al Bolton sin poder creerlo.

  —Su padre ha sido herido por un Lannister, y luego ha sido acusado de traición por ellos mismos. Luego está la casa Tully, que es la de su madre, la Tierra de los Ríos está siendo invadida por los mismos Lannister. Yo en su lugar haría lo mismo —le había dicho el muchacho.

  Y también recordaba sus pensamientos, «Te aseguro que nos veremos Robb, así sea para un cálido reencuentro o para la guerra —recordó perfectamente lo que había pensado, y soltó un suspiro tomando fuerte las riendas de su caballo—. Y ha salido para la guerra»

  En aquellos momentos se encontraba saliendo de los grandes muros de Fuerte Terror. Los había cruzado nada más con dos acompañantes, y ahora los cruza con cientos de ellos. Y se sentía menos reconfortada. No podía salir de su cabeza, tantas veces quiso salir de allí, tantas veces que intento fugarse y ahora que vuelve a Invernalia, ¿por qué sentía ese nudo en el estomago?

  —Sonríe, estás yendo a donde querías —la voz del joven la hizo salir de su cabeza, y mirarlo. La relación (por decirlo de alguna forma) del Bolton y la Krane había mejorado desde la ultima vez, antes se soportaban, pero ahora su confianza era mutua, o así lo pensaba Skylar.

  —No de la forma como quería, Mark —cierra los ojos y siente como va perdiendo el equilibrio, pero luego se estabiliza, los abre de nuevo y ve los ojos grises claros de Mark.

  —¿Haz dormido? —pregunto, se veía interesado, y preocupado con eso.

  —¿Tú qué creés? —arqueo una ceja.

  —En el primer campamento que hagamos dormiras en mi carpa —en su voz se veía que no era ninguna broma, y que eso era lo que debería hacer.

  —Dudo que duerma.

  Y de allí, ninguno de los dos dijo algo. Mark fue con su padre, y Skylar se quedo al lado de Calum quién estaba al tanto de ella. En algunas partes cerraba los ojos, sintiendo que se había dormido unos pocos minutos, y el joven escudero la zarandeaba levemente, Skylar solo respondía con unos; «Tranquilo, estoy bien», pero no era suficiente. Y es que la Krane había pasado las dos noches en vela pensando en que si está en medio de una guerra, sería mejor estar al lado del Stark cuidándole la espalda, pero sabía como era él. No se lo permitiría.

  Y así paso todo el día hasta caer la noche en donde levantaron el campamento. Skylar, o "Lyssa", ayudo a levantar la carpa del primogénito Bolton con ayuda de otras personas, y luego la acomodo ella misma. Cuando termino, justamente entro Mark con su padre, quién se le quedo viendo, pero no pudo adivinar como era su mirada.

  —Lord Bolton —hizo una reverencia. Algo que había mejorado en ella.

  —Lyssa —su mirada se paso a Mark—. ¿O debo llamarte de otra forma?

  Skylar Krane se quedo helada en su puesto, y su mirada se detuvo en Mark, quien ahora estaba a su lado, este entendió la mirada, porque asintió. Y ella pensó que estaba en problemas, «me traiciono» se repetía una y otra vez en su cabeza.

  —No es lo que tu piensas —dijo Mark—. Con Robert Baratheon muerto ya nadie te busca.

  —Con Robert Baratheon muerto, hay otro Baratheon en el trono que tiene como madre a una Lannister que le susurrara que hacer —esa fue su única respuesta a eso.

  —¿Pero quién se preocuparía por una Krane ahora? —la voz del mayor de los Bolton, tan baja, pero aún así tan segura. Los dos jóvenes lo miraron—. Lady Krane, Robb Stark le ha enviado una carta a mi hijo diciendo que me podría confiar el secreto, y así lo hizo —le tendió una carta. Era la letra de Robb, era su firma, y era el sello de la casa Stark.

  —¿Cómo sé que no me harán nada? —y otra vez se veía la desconfianza.

  —Vuelvo a preguntar, ¿qué haría con nada más una Krane? ¿Tienes algo valioso? No lo creo —dicho eso, el Bolton mayor se retiro.

  —Devuelvemela —sin esperar nada, lo vio y extendió la mano—. Quiero a Fénix Oscuro devuelta. Ya que tu padre sabe quién soy yo.

  —Me imaginé que dirías eso —esbozo una sonrisa, y dejo ver una de sus manos que tenía en su espalda dejando ver la vaina y la empuñadura de la espada.

  Al ver tan hermosa espada una sonrisa se formo en sus labios, y la tomo como si fuera un regalo, mientras la agarraba pudo sentir el frío de los dedos de Mark con los suyos. Le resulto extraño que no llevará guantes, y también resulto extraño ese toque.

  —Te agradezco que la hayas cuidado.

  Le sonrió agradecida, y en ese momento entro Calum con dos platos de comida en sus manos. Los puso en la mesa, y la vio.

  —Debes comer bien, y dar una buena siesta. Luces muy cansada —le comento, y ella le sonrió suave.

  No dijo nada, solo se sentó a comer en silenció, y el Bolton la acompaño. De todas maneras su presencia ya no era insoportable como antes, y disfrutaba de su compañía.

  Después de eso no hay tanto que contar, durmió tranquila esa noche. Cuando amaneció ya estaba despierta recogiendo todo, y cabalgando de nuevo. Eso se repitió una y otra vez durante todo el camino; se detenian, armaban el campamento, descansaban, se levantaban, recogian el campamento y dejaban las fogatas apagadas atrás.

  Skylar en todo ese tiempo no vio nada interesante, pero no podía decir lo mismo que los caballeros y mozas que los acompañaban. Al verla sin vestido, con pantalones de piel, camisa, botas y la gran capa negra se impresionaron, enviando miradas de disgusto también, pero lo que les impacto fue ver la espada y la daga guiandando de su vaina.

  Esos días Skylar estaba en boca de todos, pero ella no le importaba, se sentía bien consigo misma, y gran parte de ella estaba feliz por volver a Invernalia. Sin importar las circunstancias.

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Y esto es de lo que hable en aquella nota.

Sean felices, o sea, ¡en el próximo capítulo se reune el... *inserte shipp de Skylar y Robb*!

Si, no se me ha ocurrido ningún nombre xd

Espero que les haya gustado este capítulo.

Nos leemos en el próximo.

-Txrgxryen