4

160 18 11
                                    

Lunes 12:40 pm, cafetería de la universidad

Estoy sentada, esperando por mis amigos, tuve una clase temprano y he quedado libre antes. ¿Qué ha pasado con mi vida estos 2 días sin escribir? Bueno, primero después del encuentro con Tom, le tomé algunas fotos y se las he enviado a su correo electrónico porque aún no estoy segura de darle mi número de teléfono. Parecieron gustarles y ha recomendado mi trabajo a través de redes sociales y me han contactado algunos chicos para que les haga fotos y adivinen... ¡Quieren pagarme! Las cosas van bien, pero tengo miedo de que esa felicidad dure un pestañeo.

Me he aferrado a esta libreta, siento que aún no estoy lista para contarle mis problemas a mis amigos, aunque los conozca hace más de 6 años, no estoy lista, solo Alice y James saben algunos de mis problemas porque son más cercanos a mí que el resto.

Veo como las personas caminan de un lado a otro en la cafetería, el menú de hoy es carne con algo y para los que son vegetarianos hay otro menú que por el momento no me interesa mirar. Los veo a todos, pero ellos no parecen verme, veo a la gente desde la perspectiva de una película, estoy tranquila y ahí vienen mis amigos.

- ¿no has pedido aun? - pregunta Alice

-la verdad no me apetece nada de acá, pero les guardé la mesa- dije

-hey! ¿todo está bien? - dijo susurrándome

-sí, todo normal- mentí, nada estaba bien y sigo sin entender que me sucede

Pasa el rato, seguimos riendo de un millón de cosas ridículas que dicen mis amigos y yo, incluyéndome. No tengo problemas con socializar, me gusta el hecho de conocer gente, me considero extrovertida pero a veces esto me juega en contra porque siempre que estoy conociendo a alguien mi cabeza va a mil por hora, tratando de no decir nada estúpido o inapropiado y siempre pero siempre creo que no les agrado, incluso me sucede con mi grupo de amigos.

Decido pararme con dirección a la salida, mi día acá ha terminado y no ha sido del todo divertido. Esta es mi segunda carrera, la primera fue fotografía y ahora he seguido con literatura, se me da bien leer y creo que también escribir.

Voy distraída por la calle, nada importa solo mi música, quiero llegar a casa o tal vez deba escribir más y el único lugar que conozco está ahí, abierto para mí y puedo notar que mi mesa de siempre está desocupada. Le doy una sonrisa a Sally y a sus compañeros de trabajo y me dirijo a la mesa, dejo mi teléfono en modo avión, no quiero que me molesten, no ahora.

- Lo de siempre Emma? - pregunta Sally tan alegre como siempre, a veces la envidio, pero no de una mala manera, sino que me gustaría lucir tan radiante y sin preocupaciones.

- creo que hoy cambiaré el menú, necesito algo relajante, quizás un té de hierba por favor- le digo

-algo para comer? -

-lo que gustes, no sé qué comer hoy- le dije cansada

Se retira, con una enorme sonrisa, creo que debería hablarle a esa chica, quizás podríamos formar una amistad. Cinco minutos más tarde viene alguien con lo que he pedido y no es exactamente Sally, es él, oh dios no, ¿que no tiene nada más que hacer que venir a este café? quizás él se pregunta exactamente lo mismo de mí.

-Aquí está su pedido- dice son una bonita sonrisa

-gracias pensé que Sally lo traería- le digo un tanto sonrojada

-está ocupada y acabo de entrar a mi turno, así que estoy desocupado- me mira fijamente y mis manos comienzan a sudad.

-trabajas acá? ¿porque nunca lo noté? - digo muy sorprendida

-solo trabajo domingos y lunes, no puedo los demás días, mi vida no me lo permite-dice rascando su cabeza

-oh, no lo sabía bueno espero verte cuando me vaya para darte una propina- le sonrío, la verdad no tenía idea de que más decir así que puse mis audífonos y él se retiró a otro lugar.

Han pasado diez minutos desde que tom me trajo mi pedido y no he podido concentrarme para escribir algo coherente, no puedo dejar de mirar cómo va de una mesa a otra atendiendo a clientes. He notado que algunas chicas se le quedan mirando y le sonríen inmediatamente cuando él voltea, pero él se muestra firme, sin intenciones de tener una interacción más allá. Me mira y tengo mi mirada fija en él, sonríe y sin darme cuenta ya está sentado junto a mi cerca de la ventana.

-no pierdas tu tiempo o te despedirán- romí el hielo

-no pasa nada, no está lleno el lugar y tengo un poco de tiempo para hablar contigo, que es eso? - se refiere a mi libreta amarilla

-nada solo...cosas personales- digo nerviosa, sacando la libreta de la mesa y guardándola inmediatamente en mi bolso.

-un diario de vida, entiendo- dice bromeando

-no lo es! aunque lo necesito para escribir- digo golpeando su brazo

- que escribes? ¿eres tan buena escritora como fotógrafa? - dice curioso

- no lo sé y no lo sabrás nunca porque son cosas muy personales para que alguien las lea-

- comprendo, tu libreta está llena de secretos, como tu corazón y mente- dijo y se fue sin más, dejándome ahí con una expresión extraña en mi rostro ¿que acaba de decir?

Desvié mi mirada a la mesa y encontré uno de mis posts it pegados en la taza, no sé cómo diablos eso llegó ahí, decido sacarlo, pero hay un mensaje escrito en él.

"Deberías sonreír más, te ves preciosa con una sonrisa en tu rostro, por cierto, este es mi número podríamos salir a comer en otro lugar que no sea mi trabajo"

Lo único que pude hacer fue tomar mis cosas, dejarle una generosa propina y salir de aquel lugar con el corazón agitado a cien por hora y mi mente dando vueltas sin parar.

It's gonna be ok | tom hollandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora