Sarah marujea con Tom

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Sarah se despertó, por unos segundos pensó que se encontraba en casa y que todo había sido una pesadilla pero esa tranquilizadora ilusión duró poco. Se irguió y vio un vestido con corset, enaguas y camisola... No había caído en la cuenta de que no podría ir en el vestido rojo por ahí. Alzó en frente de ella el conjunto con las manos, no tenía ni idea de como iba a ponerse eso. Sopesó la posibilidad de pedirle ayuda a alguien, pero, ¿y si levantaba sospechas? Jareth le había dicho que pasara desapercibida. Por suerte una mujer de unos 60 y pico llamó a la puerta de su habitación y le sacó de toda duda.
–Buenos días, tú debes de ser Ann, la nueva criada. Yo soy la señora Stone, ama de llaves del ala norte, llevo la organización de esta parte del castillo y por ende, ejerzo de superior de las criadas destinadas en el ala Norte, en otras palabras, si haces algo que no debes responderás ante mi.  ¿No piensas vestirte? -Dijo mirando de arriba abajo con desconfianza el atuendo de Sarah.

-Eh... Encantada de conocerla señora Stone. Verá, es que, realmente... No estoy muy segura de como va... Esto... - la expresión extrañada de la señora Stone se intensificó, y Sarah en un arranque de dudoso ingenio mintió algo que le creyó, parecería más posible que una omisión absoluta de explicación.- Verá mi padre siempre me vistió con ropa de muchacho, él ... Siempre quiso un niño, ¿sabe?, y esta , a excepción del vestido que llevo puesto, es la primera vez que me pongo ropa femenina.

La mujer alzó las cejas por un segundo pero pareció aceptar la historia como cierta y ayudó a Sarah con su ropa.

-Su majestad me ha hechos saber que estás al tanto de tu cometido, ¿cierto?

–Si, señora. Sirvienta personal, y amenizadora en el festival.

–Su majestad mencionó una recomendación. Pero aún así me gustaría comprobar que sabes a lo que te enfrentas...

A Sarah no le gustó nada el tono que utilizó la señora Stone. De pronto empezó a pensar sobre la categoría laboral de "sirvienta personal". ¿Qué coño se suponía que era eso?  ¿Qué esperaba exactamente Jareth que hiciera para él? Y lo peor es que ya había aceptado a hacerlo, y aquí las palabras eran ley... Dios no habría sido capaz de ...

–Deberás, responder con diligencia a sus peticiones, si te pide que vayas a transmitir un mensaje a cocina has de hacerlo corriendo, pero no en su presencia, saldrás de la habitación a paso normal y al estar fuera de la vista intentarás tardar el menor tiempo posible, cuando tengas que servir el té, refrigerios... ¿Sabes la etiqueta a seguir?

Sarah se calmó al oír unos cuantos ejemplos de sus competencias laborales. Pero no dijo nada.

-Cielos espero el su majestad sepa lo que hace, siempre he mantenido el castillo yendo como un reloj, al menos mi ala. espero que tu no supongas un obstáculo en que eso siga así.

–No, señora.

–Trabajo duro y honradez, chiquilla, y nada de lo que hagas podrá ser demasiado desastroso. - dijo como despedida, y estaba saliendo cuando Sarah la paró.

–Discúlpeme, pero él,... Osea , su majestad no me ha dicho a donde tengo que dirigirme ahora.

–Ahora su majestad no se encuentra en el castillo ha salido y volverá esta noche, o por lo menos eso nos ha comunicado. Cuando regrese y lo crea conveniente hará llamar por ti y entonces empezarás a trabajar. Hasta entonces te sugiero que vayas familiarizándote con el castillo y tus compañeros de trabajo para evitar futuras pérdidas de tiempo. - Y así, se fue a atender otros asuntos.

Decir que el castillo era enorme sería quedarse corto. Le sorprendió muchísimo la cantidad se sirvientes, trabajadores y goblins que iban de un lado a otro con cosas que hacer por los corredores, cuando ella había estado aquí de adolescente no se encontró nada parecido, estaba desierto más bien y no parecía haber tantas posibles rutas... Sin nada para comparar, Sarah nunca habría cuestionado ciertos aspectos del lugar, pero ahora todo estaba cambiado y más lleno de vida... Más real.
Después de perderse varias veces, llegó a las cocinas, intentaba hacer un mapa mental básico del recorrido que había  realizado. Sorprendió a dos chicas jóvenes, de entre 15 y 17 años que conversaban y reían animadamente. Desprendían un aire tan alegre e inocuo, tan casual e inocente... Antes nada de este mundo le había parecido humano, de hecho se sorprendió mucho de ver que había humanos esta vez, no solo ya en el castillo sino en general... De pronto recordó lo que hacía el monarca del lugar, y se preguntó si esas alegres niñas tenían alguna idea, si la gente sabía lo que sucedía allí y que, de hacerlo, cómo podían vivir con ello... En fin, la otra vez Sarah no habría dicho que las actividades de Jareth eran secreto de Estado, todo el mundo parecía saber que robaba niños para convertirlos en goblins... Se preguntó dónde estaría la biblioteca y si resultaría muy inusual que una sirvienta fuera descubierta consultando libros en ella.

Retorno al laberinto.Where stories live. Discover now